Erison Turay venció al ébola y creó equipo para sobrevivientes
Erison Turay venció al ébola y creó equipo para sobrevivientes

Erison Turay tuvo la peor prueba de su vida justo después de salvarse de morir del y de perder a 38 miembros de su familia durante el brote de la epidemia en Sierra Leona, el año pasado.

Lo que no sabía era que la ayuda vendría en la forma de una pelota y que su principal afición se volvería tabla de salvación. Turay se iba a convertir en futbolista y coordinador de un equipo en su Kenema natal. Pero eso aún no lo sabía cuándo le tocó ver la muerte de muy cerca.

"En Sierra Leona, la mayoría de los sobrevivientes a la epidemia no consigue trabajo, ni novia, ni amigos. La gente piensa que todavía están enfermos", le dijo a BBC Mundo Nadia Wauquier, una epidemióloga francesa que atendió el brote en el país africano.

BROTE MORTAL

En diciembre de 2013 se inició el peor brote de ébola registrado hasta el momento: más de 9.000 personas murieron en un lapso de 14 meses. En Sierra Leona, en la tierra de Erison, el virus fue especialmente letal: 3.947 víctimas fatales.

Erison fue diagnosticado con ébola en agosto de 2014, cuando Sierra Leona hervía por la emergencia. Junto a él, la mayoría de sus hermanos, tíos, abuelos y hasta su madre se contagiaron del virus.

"Estuvo en tratamiento durante varios días, en los que pensaba solo en cómo iba a salir adelante y estar allí para su familia", relató Wauquier.

Cuando culminó el tratamiento, quince días después, 38 de sus familiares habían fallecido debido a la enfermedad. Solo él y su madre habían logrado sobrepasar aquella pesadilla.

Y como un acto de piedad, el ébola fue –en cambio- especialmente misericordioso con los niños: todos sus sobrinos, quienes habían perdido a sus padres, sobrevivieron. Como Erison. Y él tenía que hacerse cargo de algún modo.

Al poco tiempo de regresar a su casa en la localidad de Kenema, en el sur de Sierra Leona, Erison cayó en la cuenta de dos realidades.

Una, que por ser un sobreviviente del ébola le sería muy difícil volver a tener un trabajo –era un aspirante a periodista radial.

Dos: como no tenía nada para hacer, le quedaba mucho tiempo para pensar, especialmente en sus muertos. "Pensaba en mi padre. Soñaba con él y me decía que tenía que estar fuerte para mi madre, para los hijos de sus hijos", le dijo Erison al diario The New York Times.

"Un día me expuso su idea de hacer algo para ocupar el tiempo que le sobraba", recuerda Wauquier, en diálogo con BBC Mundo. "Entonces yo le pregunté qué era lo que más le gustaba hacer y él me respondió: jugar fútbol", añadió.

KENEMA FOOTBALL CLUB

El proyecto también intenta ayudar a los huérfanos que dejó la epidemia con programas sociales y apoyo en la educación.

Pero, ¿jugar con quién, si a los sobrevivientes del ébola los discriminaban inclusive de una actividad recreativa como el fútbol?

"Fue allí donde se le ocurrió que podría crear un equipo de fútbol con los sobrevivientes de la epidemia. No solo hombres, sino también las mujeres de su localidad".

Así nació el Kenema Ebola Survivors FC (en español, Club de Fútbol de Sobrevivientes del ébola en Kenema), un equipo dedicado a integrar a las personas que habían perdido todo por cuenta del virus.

SOBREVIVIENTES

"Cuando juego fútbol ya no me siento más solo. Ahora todos somos hermanos", dijo Erison Turay. "No lo habíamos visto, y estar en el equipo, practicar un par de veces a la semana, nos sirvió para ver qué tan afectada estaba la gente después de la epidemia y cuánto jugar fútbol les servía para salir adelante", explicó Wauquier, quien también es la coordinadora del proyecto.

Sin embargo, un equipo de fútbol necesita jugar y para ello tenía que encontrar un rival. "Las enfermeras que habían luchado con ellos para salir adelante y curarse del ébola decidieron que la mejor manera de ayudarlos en este empeño era convertirse en sus primeros rivales", recordó.

Así nació The Ebola Fighters (Las luchadoras contra el ébola), el personal médico masculino y femenino que estuvo con ellos durante los meses que duró la emergencia.

Casi 2.000 personas – según Wauquier, el evento más concurrido de los últimos años en Kenema- se reunieron en la cancha central de la localidad el pasado mes de mayo.

Y la pelota rodó. Las mujeres del Kenema FC ganaron su partido 2-0 a las enfermeras que las cuidaron. Pero los hombres, liderados por Erison, no tuvieron un buen desempeño: perdieron por goleada, 5-0.

"A pesar de perder, cuando terminó el partido todo el mundo quería abrazarme, estar conmigo, hablarme. Me sentí como si estuviera en el cielo", relató Erison en un documental realizado por el diario estadounidense The NewYork Times.

Y añadió: "Jugar fútbol nos ha permitido olvidar que estamos solos. Ahora todos somos hermanos". "Ahora lo importante es encontrar los recursos para continuar con el proyecto y poder ayudar a los niños a que tengan educación. Eso es lo primordial", relató Wauquier.

"Pero por ahora, hemos recibido una equipación completa del Liverpool FC para el equipo, lo que nos ha emocionado mucho", concluyó.

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