Un jugador del club Almagro de la segunda división del fútbol argentino estuvo a punto de perder un ojo a causa de un balazo de goma que le disparó la policía durante violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden e hinchas de ese equipo.
Franco Quiroz recibió el proyectil en el parietal derecho en medio de los incidentes que se desencadenaron el jueves durante el partido ante Atlético Paraná por el torneo B Nacional, el cual fue suspendido a los 60 minutos.
El futbolista fue trasladado a un hospital, donde le extrajeron el proyectil y recibió el alta médica.
"Fue una desgracia con suerte. Estuve a diez centímetros de perder mi carrera. Si me impactaba en el ojo, perdía mi carrera", dijo Quiróz a radio Continental.
El jugador del fútbol argentino relató que "me acerqué a un alambre porque me lo pidió un oficial. Estaban tirando de cerca, había niños, familias, que pagan la popular. Quise calmar a la gente, pero antes que nada traté de parar el fuego de los oficiales.Cuando me estoy alejando del alambrado abrieron fuego de nuevo y un perdigón me impactó en la cabeza".
Según las autoridades de seguridad, el incidente se desencadenó cuando hinchas identificados como barra bravas de Almagro intentaron acceder a la tribuna donde se ubicaban dirigentes y familiares de Paraná, equipo que ganaba 1-0, lo cual obligó a la policía a dispersar a los agresores.
"La barra fue (intentó agredir) por los dirigentes y familiares de Atlético Paraná. Treparon el alambrado, y la infantería reaccionó", dijo Juan Manuel Lugones, titular del organismo de seguridad deportiva de la provincia de Buenos Aires.
En Argentina rige una prohibición para la concurrencia de público visitante, aunque se hace excepción con dirigentes y allegados del conjunto visitante.
El presidente de Almagro, Julián Romero, en cambio apuntó contra el operativo de seguridad y denunció que su club pagó por 100 agentes y sólo concurrieron 28 al estadio.
El organismo de seguridad reconoció el faltante de agentes y devolvió el dinero correspondiente al club.
Este incidente se produjo pocos días después de que un árbitro sufriera una brutal agresión durante un partido de una liga provincial del sur de Buenos Aires. Claudio Elichiri recibió golpes en el rostro y el cuerpo de parte de jugadores e hinchas del club Sarmiento de Ayacucho por no haber sancionado un penal en una final ante Sansinena.
AP
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