Guardiola, el Midas del banquillo

Catorce años han pasado desde que Pep Guardiola pudo ser jugador del Manchester City. No aceptó el contrato de seis meses que le ofrecieron en el 2005 y se marchó a terminar su carrera profesional en México. En el 2016, dijo sí para vestirse de ‘Citizen’, pero esta vez se probó el buzo de entrenador. Así, en tres temporadas, la relación se está consolidando con cinco títulos en la mano. El tiempo dice que no se equivocó en tomar decisiones.

El último domingo, Pep logró el título de la Premier League, su campeonato número 26 en 10 temporadas como entrenador, y este sábado va por uno más para su colección: enfrentará al Watford en la final de la Copa FA. Manchester ha pasado a ser una ciudad dominada por el celeste del City.

—Entre los mejores—

Luego de un inicio en blanco en el cuadro inglés –sin títulos en la campaña 2016-17, la única en la que no ha logrado ganar nada en su carrera–, Guardiola puso a andar al equipo bajo su consigna en los dos últimos años. Como “la mejor forma para ganar los partidos”, ha calificado él mismo a su estilo de juego y, más allá de los gustos que cada amante del fútbol pueda tener, mucho rédito le ha dado.

Porque en solo diez temporadas Guardiola se ha metido en el top 5 de los técnicos más ganadores de la historia. Lo superan entrenadores que han hecho carrera en tres décadas y más, por lo que su proyección aún es larga y ya tiene en la mira alcanzar los 28 trofeos que consiguió el alemán Ottmar Hitzfeld. Pep va a disputar la Copa FA este fin de semana y ya se aseguró estar en la Community Shield de inicios de la próxima temporada.

Con un promedio de 2,6 títulos por temporada, superó largamente el 1,28 de Alex Ferguson, el entrenador más laureado de la historia con 49 trofeos, pero a lo largo de 38 temporadas.

Como él mismo dice, “las situaciones en el fútbol tienen una razón, no es por las estrellas”, y por más que su padre Valentí le rece a San Pancracio, Pep ha sabido hacerse de sus éxitos por méritos propios.

Porque ha logrado 26 títulos en 45 torneos que ha disputado –sin contar la Copa FA que va a jugar–, casi un 60% de efectividad que lo convierte en una fábrica de ganar campeonatos.

“Mi gran suerte es que desde pequeño encontré la pasión”, aseguró Pep Guardiola en una conferencia a un grupo de jóvenes en México en el 2012. Ha vivido con y de su pasión y eso lo ha llevado a la cima, con los riesgos que eso conlleva.

—¿Quién es el amo?—

Criticado por su postura independentista por Cataluña, pese a haber jugado en la selección española durante casi una década, también lo es por defender su estilo de posesión, presión, toque, toque y más toque.

Porque si bien Guardiola sabe hablar hasta seis idiomas, su mejor forma de comunicarse es mediante su juego. Ese que defiende a ultranza. “No he venido a jugar la Champions. He venido para jugar como hemos jugado en los últimos 20 meses”, dijo antes de su duelo ante el Tottenham por los cuartos de final del torneo continental. Perdió la serie y los millones que invirtió el City parecieron irse al agua.

Pero ese es Pep, un técnico al que buscan los grandes de Europa y que asegura un buen promedio de títulos. La Orejona es su reto pendiente –solo la ganó con Barza dos veces–, pero seguro ya está ideando cómo obtenerla.

Con Pep en el banco, los títulos son la lógica consecuencia de su trabajo exitoso.