El ridículo de su vida hizo el jugador Espen Hoff del IK Start del fútbol de Noruega cuando intentó desfogar su molestía.
El volante fue expulsado en el partido ante el Sarpsborg de la Eliteserien. Cuando se iba a los vestuarios trató de descargar su ira con una puerta del vestuario.
En el túnel hacia el vestuario, Espen intentó patear una puerta, pero resbaló y cayó brutalmente sobre el piso.
El jugador se paró de inmediato y siguió renegando por haber visto la roja en el primer tiempo de juego.
Lo peor de todo es que su equipo perdió 2-1 y está entre los últimos de la primera división de Noruega, a tres puntos de los puestos de descenso.
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— DT El Comercio (@DTElComercio) Mayo 27, 2015
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