Saravia, el Franco salvador de Alianza | OPINIÓN

En 20 segundos, Franco Saravia confirmó su consagración en el arco de Alianza. Primero, a los 78′ con 40 segundos, ahogó con la mano derecha un cabezazo de Irven Ávila. Quince segundos después, desvió con el brazo izquierdo un remate de Nilson Loyola, quien se había metido hasta la cocina del área íntima. Y, finalmente, se recompuso para ponerle el piecito derecho –recurso futsalero– a un puntazo de Yotún que tenía un inevitable destino de gol. No por nada salió el humo que suele acompañar las anotaciones de la Liga 1. Bah, seamos comprensivos con el corazón celeste del operario. No imaginó la triple atajada.

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Saravia, exhausto, se quedó en el piso por unos segundos. Lagos fue a gritarle un par de carajos a modo de agradecimiento. Y luego Yotún lo ayudó a pararse para darle un abrazo en señal de respeto.

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En ese momento, se selló el empate a cero entre Sporting Cristal y Alianza Lima. Lo hemos visto (y escuchado) tantas veces: si no entra esa, no entra ninguna. Roberto Mosquera y su sobretodo plomo también lo sabían. Se notó en la televisión.

Hasta hace dos meses, Saravia era un canterano más que llevaba varias temporadas esperando una oportunidad (estuvo prestado en Unión Huaral durante el 2020). Debutó en Primera División el 30 de mayo pasado ante Cienciano, tres días antes de cumplir los 23 años.

A inicios de año, Franco Saravia no era ni el tercer arquero. Entre gallos y medianoche la dirigencia blanquiazul contrató a Jonathan Medina para que le peleara el puesto a Ángelo Campos. Incluso, Ángelo de la Cruz, el hijo de ‘Guajaja’, con sus casi dos metros asomaba como la tercera opción.

Carlos Bustos, que lo dirige desde el 2021, le dio su lugar tras la lesión de Campos. Si no fuera por ese desgarro, seguramente, Saravia seguiría aguardando su turno. Esas son las crueldades del puesto. La tragedia de uno puede ser la fortuna de otro. Grata confirmación la de Saravia, con cualidades similares a las de Campos: seriedad y aplomo.

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—Invicto íntimo—

La inclusión de Diego Buonanotte desde el arranque fue una declaración de intenciones: Cristal se volcaría en ataque sin titubeos. El ‘Enano’, sin embargo, aún está lejos de un estado óptimo. Quien terminó adueñándose de las acciones celestes fue Martín Távara. Pero al mediocampista le faltaron algunos gramos más de ambición en los metros finales.

En Alianza, además de Saravia, destacó Yordi Vílchez y Gino Peruzzi. El lateral no solo contuvo a Hohberg, sino también a Grimaldo, quien ingresó en el segundo tiempo con la consigna de hacer destrozos en la defensa blanquiazul. No resultó: Peruzzi lo neutralizó con sus mañas y su oficio.

No ha sido un empate aburrido. Aun sin goles para maltratar con gusto la garganta, estuvo entretenido. Con este resultado, Alianza conserva su invicto en el Clausura en las primeras cinco fechas. Su partido ante Melgar del fin de semana será postergado –por la Copa Sudamericana de los arequipeños– y luego descansa. Cuando retorne, volverá a pelear arriba.

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