Un año más o un año menos

El postergar los Juegos Olímpicos Tokio 2020 trastocó todos los planes. ¿Las directivas de las federaciones deben finalizar su mandato este año o deben extenderlo uno más? La ley es confusa. El Instituto Peruano del Deporte (IPD) debe resolver ese asunto en el más breve plazo.

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El cambio de fecha de los Juegos Olímpicos ha trastocado el calendario deportivo completamente. Los torneos internacionales más importantes, como los campeonatos mundiales de atletismo o de natación fijados para el 2021, se han corrido al 2022. Hay muchos torneos nacionales que no podrán disputarse, pues en el Perú, debido a que la pandemia continúa su marcha mortal sin control, el deporte no sale de la fase 1 (excepto el fútbol).

Eso ha llevado a un gran dilema, que el IPD de Gustavo San Martín tiene que resolver; y lo debe hacer muy pronto. ¿Las actuales juntas directivas de las federaciones deportivas nacionales deben finalizar su gestión el 31 de diciembre como fueron elegidas inicialmente? O es que la postergación de Tokio al 2021 les da un “bono” de un año adicional al frente de sus federaciones, sean estas de deportes olímpicos o no.

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Los dos escenarios, como toda historia, tienen sus pros y sus contras. En el caso de que se determine que se acabe el mandato este año, las organizaciones de bases ya tendrían que estar pensando, en pleno período COVID-19, en llevar a cabo sus elecciones y las federaciones estar programándolas para octubre, noviembre o los primeros días de diciembre. Si eso pasa, ojalá no afecte a los atletas ya clasificados o a los que están con posibilidades de clasificar.

En caso de que se extienda el mandato en forma excepcional a un quinto año de gestión, cumplirán con aquella línea establecida en la Ley del Deporte que señala la vigencia de una junta directiva es por cuatro años “de acuerdo al ciclo olímpico” que, en este caso, recién acabará el próximo año.

Entonces surge una pregunta: ¿estaremos aplicando una visión de futuro? Suponiendo que el IPD logre que el Congreso dé una medida extraordinaria y modifique el artículo y las directivas se queden un año más, significa que recién se harán elecciones entre octubre y noviembre del 2021 y que entrarán en acción en enero del 2022. A esas directivas les habrán quitado un año de gestión, entrarán a trabajar con un presupuesto pedido por sus antecesores y con apenas un año y fracción para trabajar pensando en los siguientes Juegos Panamericanos, los de Santiago 2023; y con apenas dos años y pico de trabajo pensando en la delegación que irá a los Juegos Olímpicos de París 2024.

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Algunas voces sugieren una fórmula mixta (aunque ninguna ley hace excepción). Que los deportes que sí están clasificados a Tokio se queden un año más y que el resto haga elecciones y así “ganen” un año más de trabajo proyectado a París 2024, pensando, por ejemplo, que el fútbol pueda regresar a unos Juegos Olímpicos a los que no va desde Roma 1960 o al vóley que desde Sidney 2000 lo debe ver por TV.

El IPD se ha venido juntando con las federaciones para analizar este caso. Ojalá se tome la mejor decisión, que no signifique un freno al gran progreso que ha tenido el deporte nacional y que nos permitió alcanzar 41 medallas en los Panamericanos el año pasado.

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