Miguel Mena Ramírez

Todavía quedan en nuestra retina los espantosos atentados terroristas ocurridos hace veinte años en Nueva York y Washington, que recordamos gracias a los medios de comunicación, la amplia literatura, ensayos, documentales y artículos que se han elaborado sobre el uso de aeronaves como medios de destrucción y como en algún momento se creyó que el 11/9 sería el punto de referencia para la industria, así como A.C y D.C es para los católicos el inicio de una nueva era, considerando que no podría haber hechos de tal naturaleza que afecten la economía del transporte aéreo. Sin embargo, nos equivocamos; se produjeron hechos catastróficos sólo superados por la ficción, que demostraron la fragilidad de la humanidad ante la naturaleza y resaltaron las características sui generis de la industria de la aviación comercial.