Comparsas, disfraces, pintura y mucha fiesta marcaron el carnaval cajamarquino en febrero pasado, una celebración que superó todos los récords al congregar a más de 20 mil turistas (en sus tres días centrales) y que parecía ser el inicio de un buen año para la región. Nadie se imaginaba, por esos días de coplas y color, que quizá podría ser el último en mucho tiempo, como refiere con tristeza Álvaro Araujo, socio de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (AHORA Perú).
Hoy, casi seis meses después, las calles lucen vacías, hay proyectos paralizados y muchos negocios se asfixian, azotados por el COVID-19, que mantiene a la región (Cajamarca y Jaén*), ahora por un mes más, en cuarentena focalizada.
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Un golpe duro para una región que, tras superar una recesión, en los últimos tres años venía creciendo a un ritmo de 2,8% anual y trazaba su recuperación económica. En particular por sus tres actividades principales: agro, minería y alojamiento y restaurantes (turismo), que en conjunto dan empleo a más del 60% de la región, analiza Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Pero al margen de los avances y al crecimiento, Cajamarca ha mantenido un alto índice de pobreza y continúa siendo la segunda región más informal del país. Con la llegada del COVID-19 y el aislamiento social, estos problemas se agudizaron.
De acuerdo a la Cámara de Comercio de Cajamarca (CCC), con la cuarentena, la informalidad ha crecido en estos meses y supera el 80% de la población local.
“¿Cómo mantener en su casa a más del 80% de la población que vive del día a día? Cajamarca ya no tiene cuarentena porque los informales y los desempleados necesitan ingresos y salen a las calles a vender, muchas veces sin medidas de protección”, alerta Lorena Sandoval, presidenta de la CCC.
Para la Cámara, la región se está complicando diariamente con los contagios y eso es lo primero que se deberá manejar para hablar de reactivación económica.
IMPACTO EN LOS NEGOCIOS
Hasta antes de la pandemia, en Cajamarca habían 33 mil empresas registradas, indica la CCC, y si bien aún no se tiene un cálculo exacto, se estima que alrededor de 6.600 han sido afectadas por la crisis del COVID-19, refiere Sandoval. Basta con recorrer la Plaza de Armas de la ciudad y alrededores para ver negocios que se vieron forzados a cerrar y también a muchos otros que se han reconvertido y se adaptan para resistir.
Ese es el caso de Chugur, la tradicional empresa de lácteos, que nació en Cajamarca y hoy cuenta con 21 puntos de venta en el país. En su ciudad natal, tienen seis sedes que hoy siguen operativas para el servicio de delivery y recojo en tienda.
Para implementarlo optaron por un catálogo virtual y recibir pedidos por teléfono o WhatsApp, lo que les permitió agilizar el proceso. Además, pese a la pandemia, abrirán dos nuevos puntos en Lima en los próximos meses, afirma Araujo, también encargado de la marca Chugur. Hoy solo sigue cerrado el local de Piura.
Araujo reconoce que la pandemia y la ausencia del turismo los ha afectado.”En las fechas con más viajeros, vendíamos 500 productos más que en un día normal, esto porque los cajamarquinos tienen un consumo constante en quesos, rosquitas y manjar, pero los turistas que llegaban a la ciudad compraban toda la variedad de los productos de la tienda en diferentes sabores y tamaños”, recuerda. Hoy, sin visitantes, esa producción que realizaban para el turista ya no existe desde el último carnaval.
Otro caso es el de la emblemática heladería Holanda, que abrió su primer local en la Plaza de Armas de la ciudad hace 20 años y ahora cuenta con seis puntos en la ciudad ( tres de ellos en centros comerciales). Su fundador, Pim Heijster, cuenta que a causa de la pandemia las ventas cayeron a tal punto que hoy están al 10% de lo que vendían el año pasado. De lo que podía vender S/ 1000 diarios por local, ahora llega máximo a S/100.
“Antes teníamos tres trabajadores en cada local, ahora uno, máximo dos o yo también apoyando en la atención. Es un momento muy complicado”, expresa el fundador de la cadena. El turismo ausente, asegura, no ha sido el único golpe, también lo es que los niños, su principal público, no puedan ingresar a los locales y que los domingos deban cerrar.
Para hacerle frente, han potenciado sus redes sociales y el delivery se volvió una suerte de salvavidas para la marca, cuyos pedidos se recepcionan por WhatsApp para envíos o recojo en tienda. Pero no parece ser suficiente.
“Siendo honestos, si es necesario tendremos que hacer más chiquita la empresa, estamos negociando y trabajando sin perder el ánimo. Ahora la heladería vive de mis ahorros y préstamos de amigos”, apunta el dueño. ¿Reactiva Perú? Asegura que ha aplicado, pero aún espera respuesta.
Por supuesto, el necesario retorno a la cuarentena en agosto empeoró la situación de estas empresas. “Para negocios que invirtieron en protocolos y planes de reapertura, regresar a cuarentena supuso un golpe duro”, señala Macera, del IPE.
El acceso a los créditos estatales, agrega, también ha sido complejo, dado que el 90% de los trabajadores de hoteles y restaurantes en Cajamarca son informales y eso genera que el apoyo llegue de forma muy limitada.
A nivel de créditos privados, Caja Piura señala que hay empresas que han solicitado créditos de reactivación que promueve la entidad, con períodos de gracias de 6 meses. Y para el último trimestre del año estiman un saldo de colocaciones de S/460 millones en la región, donde la Caja tiene el 11% del total de los créditos. Sobre todo por parte de las pequeñas empresas ligadas a comercio, agro y manufactura.
Por su parte, desde Caja Trujillo, que concentra el 17,5% de las colocaciones de Cajamarca, indican que el 60% de los créditos solicitados, que tuvieron un alza en julio luego de varios meses, fueron al sector comercio.
TURISMO Y EL ÚLTIMO CARNAVAL
Siendo la décima ciudad más visitada del Perú por el turista nacional, Cajamarca venía creciendo entre 8% y 9% como destino turístico cada año. Tras el último carnaval, que superó a todos los del país, incluso se esperaba que este 2020 llegara a un 15%, según Canatur.
Pero ahora Cajamarca, la capital del carnaval peruano, dejó la fiesta atrás al tiempo que el turismo vive una de las situaciones más dramáticas de sus últimos 50 años.
Carlos Canales, presidente de Canatur, estima que por lo que se ve hasta el momento, un 30% de los hoteles de la región quebrará, mientras que un 40% se está reinventando, sea en pensiones, alquileres por mes, minimarkets y hasta cabinas de Internet. “El resto sigue al pie, sin viajeros”, comenta.
Para Araujo, socio de AHORA en la región, la foto podría ser peor si la situación no mejora hasta enero o febrero del próximo año: de no ser así, hasta el 60% de hoteles y hospedajes podría cerrar de manera definitiva.
Mario Mustafá, gerente general de la cadena hotelera Costa del Sol, remarca que el retorno a la cuarentena este mes los afectó directamente.”En Cajamarca, al ser una ciudad minera, teníamos buenas expectativas en base a lo que vimos en julio, cuando empezamos a reactivarnos con una ocupación que se acercaba al 80%, pero luego volvió la cuarentena“, anota.
Las agencias de viajes, en tanto, viven su propia historia. El 60% de las 53 agencias que existen en la región hoy están cerradas y no se sabe si se activarán nuevamente, sostiene Sergio Cabellos, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit) en Cajamarca.
Y si bien el turismo es a lo que le ponen corazón, Cabellos señala que muchas han tenido que migrar a otros rubros por el momento. “Hay agencias que ahora venden productos de limpieza, alcohol, abarrotes o son minimarkets. Yo, por ejemplo, estoy migrando a comida por delivery. No se gana tanto, pero nos permite seguir subsistiendo”, detalla.
LA ANSIADA REACTIVACIÓN
Aunque todavía no hay certezas sobre la reactivación del turismo, el sector se prepara para salir adelante. Canales comenta que junto a Prom-Perú han elaborado una campaña, que saldrá a finales de octubre, para promover el turismo interno a fin de año. Así también promoverán una herramienta para que las mypes promocionen ofertas y vendan, con el fin de insertar a este segmento al mundo digital.
Por el lado de las agencias, en Apavit Cajamarca indican que se están preparando para la reactivación, a través de capacitaciones para realizar ventas online y atender al nuevo perfil de turista. “Muchos hemos trabajado a la antigua, esto nos ha transformado. Varias no nos reactivaremos de manera presencial sino online”, asevera.
No obstante, reconoce que implementar los protocolos de seguridad y readaptarse requiere inversión, por lo que esperan que el FAE-Turismo sea el salvavidas que necesitan y no han podido tener hasta ahora en otros créditos.
En relación al FAE-Turismo, Canales calcula que más de mil empresas cajamarquinas podrán acceder a este beneficio al ser mypes, pero cuestiona que no se hayan incluido a los guías de turismo independientes.
¿La reactivación para cuándo? Apavit estima que recién entre julio y agosto del 2021 se reiniciarán las operaciones turísticas y ya en el 2022 se podría ver una recuperación. Por su parte, Sandoval, de la Cámara de Comercio de Cajamarca, indica que todavía no se tiene una visión clara de cuándo sucederá, lo que sí afirma es que, al paso que vamos, no habrá carnaval en el 2021.
No obstante, señala que se empiezan a ver iniciativas para desarrollar alternativas de realidad virtual para el turismo, junto a los gremios ligados al turismo y al gobierno regional.
Pero para la reactivación de toda la región también será necesario retomar las obras públicas de toda índole, además de las turísticas, anota Canales. “Los proyectos paralizados de Cajamarca implican retroceso para el país”, enfatiza.
En efecto, Macera sostiene que Cajamarca es quizá la región con mayor potencial de crecimiento en el mediano plazo si aprovecha bien sus recursos, y confía en que su capacidad minera será una gran ventaja para retomar el crecimiento en los próximos años.
Así las cosas, hará falta esperar un poco más y tomar acciones para que la capital del carnaval peruano vuelva a celebrar.
DATO:
- ¿Cuántos contagios se registran en la región cajamarquina? Hasta el 29 de agosto, la sala situacional COVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa) reportó 14.864 casos del nuevo coronavirus, 383 fallecidos y un porcentaje de letalidad de 2,58% en el departamento.
(*) Hasta antes de la extensión de un mes más de cuarentena focalizada anunciada por el presidente Vizcarra la semana pasada, la provincia de San Ignacio también estuvo en cuarentena en agosto.
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