Aún no salimos de la crisis humanitaria, sanitaria y económica causada por el Coronavirus y el mundo se encuentra sumergido en otra gran amenaza: la posibilidad de una guerra a gran escala por los ataques de Rusia a Ucrania, que le ha arrebatado la vida a muchas personas inocentes y que, además, sumerge a la economía y al comercio mundial en más incertidumbre.
La incertidumbre se agudiza cuando se cae en la cuenta de que este enfrentamiento significa el choque entre dos de los tres principales exportadores de cereales del mundo, con lo cual el riesgo del desabastecimiento de alimentos en muchos lugares del planeta se incrementa.
Rusia y Ucrania son exportadores netos y líderes en el mercado mundial de productos alimenticios y fertilizantes, donde los suministros exportables a menudo se concentran en un puñado de países. Eso sin contar que Rusia es un jugador importante en el mercado del petróleo y gas, donde el precio del primero ha llegado a subir hasta un 65% en lo que va del año, producto de la inseguridad y de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos.
Rusia es un jugador importante en el comercio mundial, porque ocupa el puesto número 16 en el ranking de países exportadores y es el importador número 23 del planeta. En tanto, Ucrania es el exportador número 49 y representa el 0.3% de las ventas mundiales, pero su papel en el mercado de alimentos lo ubica en una posición expectante en el comercio mundial.
Cadena logística en peligro
El contexto beligerante ha hecho que las rutas de transporte de mercancías entre Europa y Asia se interrumpan, con lo cual las empresas de logística internacional aérea y marítima cancele servicios por los espacios en conflicto y opte por vías más largas que demandan una mayor cantidad de combustible.
El combustible para aviones supera los US$100 el barril, lo que significa que ahora cuesta 60% más que hace un año y si a eso se le agrega que por la prohibición de volar sobre Rusia se ha eliminado 10 millones de millas de espacio aéreo, obligando a que los aviones se desvíen y así los fletes crecen, y mucho, sobre todo si se tiene en cuenta que en diciembre de 2021 ya estaban 150% más caros que en 2019, antes del inicio de la pandemia. Y aunque si bien es cierto solo el 3% de la carga mundial viaja en avión, esta representa más de un tercio del comercio mundial en valor.
Por el lado del transporte marítimo de mercancía, este no solo se ve afectado por el alto costo del combustible, sino que por el cierre de puertos y el peligro que representa ahora transportar carga, la prima del seguro marítimo ha subido su precio entre 1% y 5%, lo que, una vez más, se refleja en el precio de los fletes que ya por la pandemia se habían disparado.
Las interrupciones afectan de gran manera el transporte ferroviario de mercancías, el cual es una vía importante para Europa, porque es más eficiente, rápido, ecológico y barato, por lo cual no solo el comercio entre los países de la UE se puede ver afectado, sino también el comercio con China que usa como medio el eje terrestre de la llamada Nueva Ruta de la Seda.
Este eje une China con Pakistán, Afganistán, Turquía, Rusia, Kazajistán, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Europa mediante los Balcanes hasta llegar a París, algo para lo que China usa las instalaciones ferroviarias existentes, a la que vez que invirtió en la construcción de nuevas.
¿Cómo afecta el conflicto afecta al Perú?
Si bien es cierto, el conflicto se desarrolla a miles de kilómetros del Perú, pero debemos recordar que en un mundo tan interconectado como el que vivimos sí le afecta, en principio por el incremento de fletes producto del alza de los combustibles a causa del asedio ruso a Ucrania.
También se debe de tener en cuenta que por el cierre de puertos y vías de acceso, se deja de exportar a Rusia productos que en el 2021 significaron ingreso de divisas al Perú por un total de US$195 millones, esto por la venta de productos agropecuarios, pesqueros y mineros, en el que los primeros representan el 53% de todo lo vendido al mencionado país.
Como el comercio es de ida y vuelta, Rusia dejará de abastecer al Perú de abonos y explosivos, productos siderúrgicos, productos metalmecánicos y papeles. Se debe mencionar que Rusia es uno de los mayores proveedores de abonos del Perú.
En cuanto a las ventas del Perú a Ucrania que resultan afectadas se encuentran las de productos pesqueros y agrícolas como la pota congelada, truchas, máquinas de sondeo o perforación autopropulsadas, nueces del Brasil, entre otros productos. Durante el 2021, según cifras de Sunat, las ventas de Perú a Ucrania totalizaron US$9 millones.
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