En medio del frenético ritmo de la campaña de verano, Doménico Casaretto, gerente de la división de helados D’onofrio (Nestlé), cuenta en exclusiva a Día1 los próximos pasos de la compañía. Ante un verano cada vez más cálido, las proyecciones de la empresa son más auspiciosas.
Con optimismo, el ejecutivo también adelanta los avances de la nueva cadena de heladerías y cómo se va adaptando la compañía a las disposiciones del nuevo etiquetado, en el marco de la ley de alimentación saludable.
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A diferencia del año pasado, este 2019 tenemos un verano más cálido. ¿Cuáles son las expectativas de la compañía?
Si bien el verano empieza oficialmente en diciembre, para nosotros la campaña arrancó en octubre. Y en esos últimos meses del año pasado hemos vuelto a crecer a doble dígito, con una fuerza importante. Estos resultados y lo que vemos en febrero nos permite proyectar que seguiremos creciendo a doble dígito hacia el final de la campaña.
¿Cuál es la estrategia para sostener ese crecimiento en un verano en el que sigue subiendo la temperatura? ¿hacia dónde enfocarse?
Tratamos de cubrir todas las necesidades de precio y de diferentes tipos de productos (helados de crema, de hielo), ya que en el Perú las predicciones de clima no siempre son exactas. Si el clima en otras ciudades del Perú se vuelve más caluroso, respondemos con una propuesta refrescante como Alaska, pero también tenemos lanzamientos indulgentes como el centro líquido en las paletas de Sin Parar o Frío Rico. Tenemos la flexibilidad para adaptarnos.
El año pasado realizaron 30 innovaciones como parte de la campaña de verano, ¿este año mantienen ese nivel de lanzamientos?
Este 2019 serán 20 lanzamientos. Quisimos que sea un número menor pero de un mayor impacto y más enfocados. Algunos son relanzamientos como la nueva línea de Peziduri o los relanzamientos de Frío Rico con nuevos sabores y empaques. En el caso de Alaska, se renovaron los empaques, dando prioridad a la información calórica del producto.
Desde el año pasado empezaron a desarrollar nuevos puntos de precio como los helados de medio litro, ¿tendrán más productos con nuevos formatos?
Vamos a fortalecer los formatos que tenemos, sobre todo, para el consumo dentro del hogar, que es donde existe una oportunidad mayor por la baja penetración. Acá entran los formatos de medio litro, los ‘multipacks’ (4 o 6 helados personales en cajas) para supermercados o el traslado de los clásicos helados de paleta al formato de litro como hicimos con Frío Rico o Sublime y, desde este verano, con Dolcetto.
En algunas categorías de consumo hemos visto la migración hacia marcas más económicas, ¿también sucede en helados?
La categoría de helados, a diferencia de otras, tiene a un consumidor que opta por diferentes puntos de precio y marcas en una misma semana, así que el consumo de uno no excluye a otro. En nuestro caso, con un portafolio de 18 marcas, cubrimos los diferentes segmentos de precio, por lo que no hemos sentido tal migración.
El año pasado anunciaron que tenían el proyecto de abrir una cadena de heladerías propia (como Gelarti o Pinkberry) en ‘malls’. ¿Lo veremos este año?
Estamos trabajando para que sea a finales de este año. Creemos que siendo una marca como D’onofrio, el consumidor exige cierto nivel de disrupción, así que decidimos darle más vueltas al concepto para que tenga el impacto que queremos. Ahora el consumidor pasa más tiempo en ‘malls’ y D’onofrio tiene que estar allí.
¿Cuáles serían las particularidades de estas nuevas heladerías de D’onofrio?
Yo creo que tiene que ofrecer una experiencia diferente de lo que hoy brinda D’onofrio en sus canales de venta actuales, trabajar en la personalización y, probablemente, que incorpore tendencias saludables.
¿El desarrollo lo harían solos o piensan en alguna asociación o adquisición por el expertisse ‘retail’?
Lo más probable es que sea una asociación con alguien que sea más experto en la operación de este tipo de experiencias con una idea 100% D’onofrio, estamos evaluando. Primero queremos cerrar el modelo perfecto.
¿La expansión vía franquicias sería una alternativa?
Estamos evaluando modelos de franquicias, asociaciones. Buscamos el énfasis en la experiencia, pero como se trata de una experiencia que no existe en Nestlé, tenemos que garantizar que si hacemos una asociación con alguien, este cuide todo el proceso desde la elección del proveedor hasta que el helado llegue al cliente.
¿Qué canales de venta son más fuertes para la marca?
Los ‘freezers’ (alrededor de 65 mil en el país), que se ubican en las bodegas y tiendas son el canal más fuerte para la empresa, representan el 60% de las ventas. Los carritos y otros tipos de venta ambulatoria pesan entre el 25% y 30%, y los supermercados entre 10% o 15%. Ahora vemos que los canales han evolucionado, aparecen más tiendas de conveniencia, por ejemplo.
¿Qué ciudades hace falta potenciar?
Siempre hay oportunidades por desarrollar. Por ejemplo, en Huancayo, donde tenemos 3 mil freezers o en Cajamarca. Nos gusta identificar las nuevas oportunidades en las regiones.
Hay sabores muy típicos en las regiones. Hace unos años experimentaron con el queso helado, ¿vamos a seguir viendo innovaciones con recetas regionales?
Yo creo que sí. Hay sabores como el queso helado donde es difícil que haya una receta que satisfaga a todos los arequipeños. En situaciones como esa, respetamos que el queso helado se venda en Arequipa pero no descartamos que lo podamos relanzar en algún momento.
¿Podrían pensar en asociaciones con marcas regionales para estas recetas?
No descarto para nada que en algún momento podamos hacer una asociación con alguna marca desarrollada localmente. Pero todavía creo que tenemos oportunidades para desarrollarnos solos con nuestras innovaciones y seguir siendo interesantes.
Con los recientes huaicos y desbordes de ríos, ¿se ha complicado la cobertura en las regiones del país?
Nosotros contamos con cerca de 60 centros de distribución y, en cada uno, tratamos de tener todo el mix. Ante una situación como esta, que no dure muchos días, podemos cubrirlo.
¿Si la emergencia se intensificara?
Si las cosas se pusieran críticas, como fue en el 2017, tendríamos que enviar el producto por mar a nuestros centros de distribución en Cajamarca, Trujillo y Huaraz. Aquella vez nos dejó un aprendizaje, preparados vamos a estar.
A mediados de año empezará a regir el nuevo etiquetado en el marco de la ley de alimentación saludable. ¿Qué acciones están realizando para adecuarse?
A una empresa como Nestlé, estos cambios no la agarran desprevenida. Nosotros vamos a cumplir a cabalidad la ley y poner los sellos (octógonos) cuando haya que ponerlos, estamos preparados. En Nestlé, tenemos un trabajo de años hacia una propuesta de alimentación saludable.
En una categoría indulgente como helados, ¿se complican las reformulaciones (para reducir grasas, azúcar)?
Sí, porque en principio, no puedes sacrificarle tanto a un producto que al final no satisfaga esa necesidad de indulgencia. En primer lugar, vamos a mantener la indulgencia en los productos indulgentes (helados con chocolate, por ejemplo) y en paralelo trabajar en cómo hacer para que esa indulgencia sea más saludable.
En el caso de las bebidas, estas han buscado su versión ‘light’, ¿eso es posible en helados?
Sí, es algo posible en el caso de los helados. En la compañía estamos desarrollando el reemplazo del azúcar en los chocolates y ello se implementará también en la parte de chocolate que forme parte de nuestros helados.
¿Ha aumentado el consumo de la categoría en el Perú?
Tenemos muchas oportunidades como mercado, aún somos la tercera parte de Chile. Pero la evolución de los canales de venta está ayudando a que se incremente. En cinco años podría duplicarse.