El Minsa estableció los lineamientos para el etiquetado de alimentos y bebidas que exceden los nuevos topes de uso de sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans. (Foto referencial: AFP)
El Minsa estableció los lineamientos para el etiquetado de alimentos y bebidas que exceden los nuevos topes de uso de sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans. (Foto referencial: AFP)
Claudia Inga Martínez

El año que nos deja no ha sido próspero para el . No solo le costó dar vuelta a la caída del consumo durante el año, sino que se alista para afrontar los nuevos retos que tomarán forma en el 2019: el nuevo etiquetado de advertencias, en línea con las nuevas exigencias enmarcadas en la ley de alimentación saludable. Precisamente, a partir de junio próximo se lucirán los octógonos en los empaques.

Francisco Luna, country manager de la consultora (KWP), sostiene que la industria tiene que acelerar la reformulación de sus productos con menos cantidad de azúcar, ampliar el portafolio con productos más saludables y enfocarse en la cobertura y verdadera distribución de estos productos. 



El grueso de las compañías productoras, grandes y pequeñas, lo está haciendo, añade el especialista. Ninguna quiere tener llenos de sellos sus empaques.

“Las empresas están avanzando en estas reformulaciones. El mayor reto ahora es la cobertura, llevar estos productos a más bodegas”, comenta Luna.

Ese es el caso de AJE, que asegura que desde hace un par de años está trabajando en la reformulación de sus bebidas, para la reducción de azúcar a cero y trabajando la sustitución con productos naturales, refiere Augusto Bauer, vicepresidente de Administración y Estrategia del grupo AJE.

Alicorp, por su parte, también empezó ese proceso. “En el 2015, nos propusimos reducir sodio, azúcar y grasas saturadas en 10% y ya lo superamos en algunos productos. Y estamos desarrollando la estrategia de reformulación de otros productos para que cumplan con los estándares propuestos”, sostuvo Alfredo Pérez Gubbins, CEO de Alicorp, en una entrevista previa con Día1

Sin duda, esta transformación será muy positiva para los consumidores y sus alternativas de consumo. Las empresas tienen que estar atentas a esta tendencia, afinar sus estrategias de mejoras de sus productos actuales y hacerlos más accesibles, comenta Enrique Bernal, gerente de estudios multiclientes de Arellano.

En ese último punto coincide también Luna, de KWP, dado que el consumidor no está dispuesto a pagar más. Por ello, el precio se puede convertir en un limitante para los nuevos productos que posean más componentes naturales o saludables, que suelen tener un punto diferente. Democratizarlos será uno de los retos.

“Yo considero que esto va a favorecer. La industria se está preparando, está haciendo su trabajo y la ley ha sido largamente anunciada. Somos de los países que estamos llegando más tarde con esta norma. Es una oportunidad para la industria”,sentencia.

¿Impactarán las advertencias de octógonos en el consumo? La población estará a favor de recibir más información de los alimentos que consume. Si se da un retroceso será momentáneo, Hay una tendencia positiva, comenta Bernal, de la consultora Arellano.

SEÑALES DE RECUPERACIÓN

Aunque el 2018 ha sido complicado para el consumo masivo, Luna refiere que en noviembre se empezaron a ver las primeras luces de una recuperación. Signos alentadores para una recuperación moderada en el 2019.

De acuerdo con el último reporte de KWP, en noviembre, la canasta general creció -luego de varios meses de contracción- a 1%, tanto en valor como en volumen. Una primera señal positiva, en la que el 50% de las categorías estuvo en azul, remarca el ejecutivo.

No obstante, pide tomarlo con cierta cautela, ya que parte de una base baja por la caída de la canasta en el mismo período durante el 2017.

¿Qué categorías generaron estos resultados? La canasta de cuidado personal es la que alentó esta mejora, seguida de la de cuidado del hogar, aunque más moderada. Y, por primera vez en varios meses, se percibe una recuperación de la canasta de alimentos procesados.

La creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral (se crearon más empleos de mujeres durante este año, según el INEI) y la búsqueda de practicidad, son algunos de los factores que dinamizan el consumo de este tipo de alimentos, comenta Luna. 

Así, de cara el 2019, el ejecutivo detalla que se calcula un crecimiento del 2% en volumen y 4% en valor para el próximo año. Una recuperación moderada.

Pese a ello, confía en que se puedan ir haciendo ajustes a estas proyecciones, al alza, durante el año. 

Asimismo, las condiciones económicas y políticas serían más favorables. Y, por el lado de las empresas, estas ya están retomando sus crecimientos, después de la reducción de sus estructuras organizacionales en años previos, comenta Bernal. 

Por el lado de la reducción de uso de plásticos, se ha vuelto en un compromiso de la industria, mucho más ahora con los avances en la normativa para regular el uso de plásticos. Empresas como Coca-Cola o Industrias San Miguel, por citar algunas, empezaron acciones relacionadas a reducir el gramaje de sus envases PET, así como un mayor uso de retornables (esto también motivado por un tema de precio hacia el consumidor). Acelerar estas acciones también será parte de las metas del nuevo año.

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