Tras más de un año de trabajar desde casa, muchas empresas ya están comunicando a sus colaboradores cómo y desde cuándo se daría inicio al trabajo híbrido, lo que contempla –finalmente– el retorno gradual a las oficinas. De hecho, desde el año pasado ya las empresas venían trabajando en el diseño de este plan de retorno, pero las cifras sanitarias en algunos casos retrasaron la fecha de inicio de este plan.
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¿El resultado? Según prevé Binswanger, entre el 10% y 30% de las empresas que tenían oficinas ya han vuelto a la labor presencial, a la fecha. En tal sentido, se han identificado dos grupos de empresas: uno tiene en sus planes regresar a las oficinas entre julio y septiembre; y otro “se siente más tranquilo en pensar implementarlo en el 2022”, comenta Pilar Quinteros, gerente senior de Consultoría de EY Perú.
Por ejemplo, desde el BBVA indican que si es que los datos sanitarios “los acompañan” esperan iniciar con un retorno muy acotado de colaboradores a fines de septiembre, responde Sandra Cabanillas, gerenta de inmuebles & servicios de la compañía. Asimismo, con el fin de generar un mejor clima organizacional, desde Banco Pichincha iniciaron el segundo piloto grande de retorno a las oficinas el jueves 1 de julio con grupos de 20% a 40%, indica Rafael Del Águila, vicepresidente de Gestión de Personas del banco. En cambio, Annarita Nieri, gerenta de Estrategia de Clientes y Cultura de Niubiz, recalca que esperan que el retorno a espacios físicos de trabajo sea implementado a fines de este año o en el 2022.
En tanto, Akio Murakami, gerente central de Consultoría de Salud y Beneficios de Marsh Perú, precisa que este retorno se fue dando progresivamente en tres fases o más. “Teniendo en cuenta el ritmo de vacunación actual, se podría estimar que la última fase de retorno sería a finales de este año”, añade. Sectores como servicios profesionales aún se mantienen mayormente en remoto, agrega, aunque tienen ya los planes de retorno definidos, esperando la evolución de la pandemia, el avance de la vacunación y los cambios normativos, comenta.
REDISEÑO DEL TRABAJO
Lejos de un cambio ‘de lo virtual a lo presencial’, Quinteros, de EY Perú, comenta a Día1 que las compañías han dejado de llamarle ‘plan de retorno’ para dar pie al ‘planeamiento o rediseño de la nueva forma de trabajo’.
“Las empresas más bien se cuestionan si valdría la pena el retorno a las oficinas; o tener un plan que permita identificar los roles y puestos que pueden seguir en forma virtual en función a capacidades, el impacto del mismo rol, entre otros”, indica.
En esa línea, la pertinencia de determinar qué grupos humanos regresarían se toma en colaboración con los líderes comerciales y líderes del soporte, analizando cómo pueden ser más productivos sus equipos, recalca Del Águila, del Banco Pichincha. “Una de las variables a considerar es la distancia que se toma entre venir a la sede y dónde está el hogar del trabajador”, ejemplifica.
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UN DÍA SI, UN DÍA NO
La adopción del trabajo híbrido, entre lo presencial y lo remoto, será el modelo de trabajo que destaque en esta nueva etapa para el empleo. No por nada, según Marsh, la principal acción que planean realizar las empresas en el Perú en el corto plazo es actualizar o crear políticas de trabajo remoto ante la pandemia y otras medidas relacionadas al control de la asistencia de los colaboradores a las oficinas.
Asimismo, Akio Murakami, de Marsh, recalca que la tendencia (64% de empresas) planea implementar el trabajo remoto al menos tres días a la semana, en función a la posibilidad de que la labor pueda ser ejecutada bajo esta forma.
Si bien se trata de una flexibilización para los colaboradores, esta planificación del trabajo híbrido va acompañada de una logística para asegurar las condiciones de seguridad y cumplir con los reglamentos de ley (aforo), explica Quinteros. “Se ve muy poco al azar, hay un protocolo para poder soportar una organización que tiene un grupo de personas en esquema mixto”, añade.
FLEXIBILIDAD EN OFICINAS
Evidentemente, las nuevas formas de trabajo, aún presencialmente, han significado nuevas necesidades de espacio. Y si bien se generaron muchas desocupaciones de oficinas en el 2020 y se desaceleraron las búsquedas este año –tras la segunda ola del COVID-19 y en medio de la coyuntura política–, se están retomando los requerimientos de oficinas en estas últimas semanas, señalan los operadores del mercado.
En este contexto, una lección transversal para el mercado de oficinas ha sido otorgar flexibilidades contractuales, explica Yoryelina Moreno, gerenta de portafolios de Binswanger. “Algunas empresas decidieron ocupar espacios temporalmente para pasar el 2021 y 2022, y [tomar decisiones] después de esos dos años que tienen un poco de incertidumbre por la pandemia y el panorama político”, indica a Día1, a la par que experimentan con un nuevo espacio de trabajo.
La gran mayoría de contratos, añade, se están dando por dos o tres años y cuentan con penalidades más flexibles en caso no cumplan con estos como parte de una decisión estratégica de la compañía.
“Vemos en algunos contratos cláusulas por si hay un desastre natural que impida que las personas puedan retornar a las oficinas, la renta durante el período que no se vuelva a oficinas se descuenta; o relacionadas a si se cambia la Constitución”, añade George Limache, jefe de investigación de Binswanger.
Parte de los requerimientos también abarcan el alquiler de oficinas amobladas (el 80% de las transacciones concretadas en el 2020 y 2021 tuvieron esta característica), con el fin de evitar mayores costos por parte del cliente, precisa Limache.
Pero también resalta la demanda de las empresas por espacios de coworking: 36% de las empresas ha decidido utilizar estos espacios, según el estudio de Marsh.
Alexandra Campbell, general manager de WeWork Perú, afirma a Día1 que “nunca ha habido un momento de mayor demanda de espacios de trabajo flexible”, pues la pandemia ha cambiado la estrategia inmobiliaria de las empresas. Por ello, agrega, entre enero y junio, más de 80 empresas se convirtieron en miembros suyos. “Hoy el 58% de empresas en WeWork Perú, son multinacionales, y veremos cómo ese número aumentará a medida que la vacunación haga lo propio”, dice.
Desde el lado de Comunal, Ernesto De Olazával, cofundador y CEO de la firma, señala que las llamadas oficinas satélite –que permiten la rotación de trabajadores de una misma empresa en una red de espacios de trabajo distribuidos en varios distritos– están atrayendo sobre todo a empresas con cerca de 500 colaboradores, provenientes de oficinas tradicionales.
“Esta forma de hacer un retorno paulatino [a las oficinas] es eficiente en términos de costos. Ante la incertidumbre por temas sanitarios y a nivel político, tener servicio de espacios flexibles es clave”, añade.
Limache, finalmente, prevé que el gradual retorno a las oficinas refleje una ocupación plena del mercado hacia mediados del 2022.
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El ‘factor vacuna’ en el retorno
Con precaución. Quinteros, de EY Perú, señala que el mayor ritmo de vacunación no implica adelantar los planes de retorno a las oficinas. Si bien los mayores de 50 años están por lograr la inmunización, es un riesgo que las familias de los colaboradores no están vacunadas.
Perfiles aptos. Las empresas se encuentran en proceso de recopilar información de sus colaboradores (si ha sido vacunado o si tienen niños en edad escolar) para definir si serían considerados para el trabajo híbrido, señala Nieri, de Niubiz.
Disposición. Un estudio de Marsh Perú, a inicios de año, señala que un 90% de empresas está dispuesta a comprar vacunas para sus trabajadores, si estuvieran disponibles en el mercado.
BONUS: La productividad en el nuevo modelo de trabajo
Un reto para la implementación de este nuevo modelo de trabajo será cómo mantener la productividad teniendo posiciones híbridas, reconoce Nieri, de Niubiz.
Respecto a ello, Murakami, de Marsh Perú, señala que las nuevas prácticas laborales “deben ir adecuándose y transformándose en base a la realidad personal y a las necesidades de la vida cotidiana de las personas”. En tal sentido, explica que el balance entre la vida familiar y profesional será un factor clave que marcará la pauta para el desempeño laboral de los trabajadores.
Asimismo, Sebastián Ausin, Country Manager de Buk Perú, señala que una excelente alternativa que pueden seguir adoptando las empresas es operar en base a un esquema de trabajo por objetivos, siempre que haya un compromiso real del trabajador. “La productividad de los colaboradores aumenta si se sienten felices con la forma de trabajo”, afirma.
Del Águila, del Banco Pichincha, añade que será de gran importancia evaluar con los líderes comerciales y del soporte qué grupos humanos podrían ser más productivos si retornaran a las oficinas.
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