(Foto: El Comercio)
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A inicios del 2017, las expectativas para el en el Perú eran hacia el alza y rondaban los S/3,50 por . Ello, debido a una expectativa de subida de tasas de interés en Estados Unidos y, al mismo tiempo, la percepción de que la economía norteamericana tendría mayor dinamismo con las promesas de inversión por parte de Donald Trump, quien tomó el mando el 20 de enero.

El escenario final fue contrario y, al cierre del año, el tipo de cambio alcanzó S/3,238 por dólar, es decir, el billete verde perdió 3,65% de su valor. Esto en línea con una mejora en los precios internacionales de las materias primas, que despertó el apetito de los inversionistas por mercados emergentes, cuyas perspectivas de crecimiento comenzaron a verse más sólidas.

Esta tendencia a la baja en la divisa norteamericana continuaría a lo largo del 2018 e, inclusive, podría ser algo más marcada, según los expertos consultados por El Comercio.

Para Mario Guerrero, subgerente de Economía Monetaria de Scotiabank, los inversionistas extranjeros están tomando posiciones en mercados emergentes porque esperan seguir generando ganancias durante el año.

“Lo que estamos viendo en estos primeros días es un mayor posicionamiento de extranjeros en y en particular en América Latina. Claramente están con mayor apetito por una región que va a crecer más en el 2018 que en el 2017, y donde se espera que varios países continúen reduciendo sus tasas de interés”, sostuvo.

Este influjo de capitales hacia el país durante la semana pasada presionó al tipo de cambio hasta un nivel de S/3,20 por dólar, su nivel más bajo desde el 21 de setiembre del 2015, y propició la intervención del Banco Central de Reserva en el mercado cambiario, comprando US$118 millones durante ese lapso.

Sin embargo, esto no es un fenómeno exclusivo para el Perú: está generalizado en la región. Hugo Perea, economista jefe para Perú del BBVA Research, señaló que existe una búsqueda de rendimientos de los inversionistas foráneos que los lleva a demandar activos del Perú, Chile, Colombia o México, por ejemplo.

“Esta mejor sensación se está generando porque los precios de los metales que exportamos están tocando niveles más altos desde el primer semestre del 2014, en particular el cobre”, anotó.

CONTINÚA LA BAJA

Para este año la expectativa es que la entrada de dólares continúe y, con ello, el dólar siga su trayectoria descendente. Por ejemplo, la proyección del BBVA Research para el tipo de cambio este año era de S/3,34 hasta octubre del año pasado, pero Perea adelantó que están revisando sus cifras y no estaría muy lejos del cierre del 2017.

“Hoy vemos oferta de dólares importante todavía y, en ese entorno, no descartaría que haya presiones a la baja sobre el tipo de cambio o se mantenga en niveles similares, porque el BCR va a seguir activo en el mercado cambiario”, explicó.

Además, consideró que los mercados tienen internalizada la fortaleza macroeconómica del Perú, más allá del ruido político visto a finales del año pasado. “Sigue siendo una economía sólida macroeconómicamente y en ese sentido genera atractivo para los inversionistas”, resaltó.

Más aun, el banco central anticipa que este año las exportaciones del país estarían muy cerca de sus niveles récord históricos y, con ello, habría entrada adicional del billete verde.

Este superávit comercial y el influjo de dólares que conlleva explica que las proyecciones cambiarias tengan sesgo a la baja, dijo Guerrero. Scotiabank estima que la tasa de cambio termine el 2018 alrededor de S/3,18 por dólar.

“[La proyección de] S/3,18 tiene un sesgo hacia abajo. Podría ser más bajo aún, pero va a depender de la actitud del BCR. Hasta el año pasado el banco central estaba interviniendo en niveles cercanos a S/3,22 o S/3,23 y en los primeros días de este año el nivel de intervención bajó a S/3,20, en línea con el quiebre hacia debajo de los tipos de cambio en la región”, indicó.

En ese sentido, agregó que se esperaría algo más de flexibilidad de parte de la autoridad monetaria hacia la apreciación del sol; siempre y cuando persista la tendencia regional.

Fuente: BCR
Fuente: BCR

RIESGO EXTERNO

El principal riesgo que podría alterar la trayectoria del tipo de cambio sería que la Reserva Federal suba sus tasas de interés de manera más agresiva de lo esperado por el mercado.

Inicialmente se esperaba que la reforma fiscal en EE.UU. ‘caliente’ la economía norteamericana y eso apresuraría la restricción monetaria. Al respecto, Perea observó que hay tranquilidad en ese sentido en los mercados y no se vislumbra una FED más agresiva.

De hecho, recordó que los propios miembros del comité de mercado abierto de la FED han adelantado que, aun tras la aprobación del paquete tributario de Trump, habría tres subidas de tasa este año.

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