El 46,7% de los pequeños y medianos productores del país utiliza fertilizantes químicos, lo que equivale a 1′047.186 personas dedicadas al campo, de acuerdo con el informe “Panorama nacional e internacional del mercado de fertilizantes inorgánicos”, presentado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
El estudio indica que el gasto promedio que se destina para la compra de fertilizante, a precios de mayo del 2022, alcanza los S/ 961 por productor a nivel nacional, siendo las regiones de la Costa las que realizan mayores gastos promedio en fertilizante y las regiones de la Sierra las que hacen menores gastos.
Entre agosto del 2021 y mayo del 2022, que corresponde a la última campaña agrícola 2021/2022, el índice de precios acumuló un incremento de 77,7%, agrega.
Elevada dependencia de fertilizantes inorgánicos
Refiere, asimismo, que la agricultura peruana tiene una elevada dependencia de la importación de fertilizantes inorgánicos, pues el 89.5% del fertilizante consumido en el país es de origen extranjero (INEI, 2019).
Señala que los principales proveedores de este relevante insumo agrario han sido Rusia, China y Estados Unidos; no obstante, en el 2022, debido a la coyuntura internacional, hubo un cambio a nuevos proveedores como Indonesia, Bolivia y Argelia.
Panorama mundial
Por otro lado, con relación al panorama mundial, el estudio analiza los detonantes que han contribuido con el alza de los precios y la desestabilización del mercado de fertilizante, tales como el incremento de los costos de transporte marítimo internacional, la suspensión de exportaciones de fertilizantes de China y las sanciones comerciales contra Rusia luego de la invasión a Ucrania.
Esa situación no solo contribuyó al alza de los precios internacionales de dichos insumos, sino también del petróleo, el gas natural y otros commodities ampliamente demandados para la producción de alimentos.
Es importante resaltar que el incremento de los precios internacionales se transmite al mercado interno. En el caso de los fertilizantes, el aumento de su precio elevó el riesgo de caídas en la productividad y tiene un impacto directo en los precios de los principales cultivos, que forman parte de la canasta familiar.
El estudio concluye que no hay desabastecimiento a nivel mundial, debido al protagonismo de nuevos proveedores globales de fertilizante.
Sin embargo, prevé que los precios se mantengan altos comparados con los precios prepandemia, por lo menos hasta finales del 2023, situación que seguirá dificultando el acceso a este insumo por parte de los productores agrarios.
En ese sentido, es importante promover prácticas modernas e instrumentos para incrementar la eficiencia de uso y racionalizar los niveles de aplicación de fertilizantes como dosis variables, agricultura de precisión y combinación con fertilizantes sustitutos (orgánicos), señala el estudio.
Detalló que este documento, elaborado por la Dirección de Estudios Económicos de la Dirección General de Políticas Agrarias, fue presentado para conocimiento y discusión de la opinión pública, expertos y público en general, sobre este tema de trascendencia nacional.
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