(Bloomberg). Los suecos que esperaban una jornada laboral de seis horas acaban de recibir malas noticias: los costos superan los beneficios.
Eso según resultados preliminares de un experimento de dos años llevado a cabo en la ciudad sueca de Gotemburgo, la casa de Volvo. Para reducir las jornadas de 8 horas en el hogar de ancianos de Svartedalen en el que trabajan 68 enfermeras, la ciudad tuvo que contratar a 17 personas adicionales a un costo de 12 millones de coronas (US$2,2 millones).
El estudio reveló que los empleados se sintieron más sanos, lo que redujo las licencias por enfermedad, y que la atención del paciente en general mejoró, pero la ciudad no seguirá presionando para que el plan sea permanente.
“Está asociado con costos más altos, de todas maneras”, dijo Daniel Bernmar, un político de izquierda local responsable de la atención de los ancianos del municipio. “Es demasiado caro como para poder realizar una reducción general de las horas de trabajo en un plazo razonable”.
El experimento de Gotemburgo es el más reciente de una serie de pruebas de jornadas laborales más cortas realizadas en Suecia, un país que se enorgullece de su generoso bienestar público. El experimento ha sido observado de cerca por todo el mundo, y los activistas laborales han promocionado constantemente a Suecia como un modelo a seguir en cuanto a la reducción de horas laborales.
Y si bien los datos históricos revelan que la duración promedio de los días laborales ha disminuido en Suecia durante el último siglo, actualmente no hay planes para establecer jornadas laborales de seis horas a nivel nacional.
Aún así, Bernmar dice que le gustaría ver más estudios acerca de si una jornada laboral reducida también puede traducirse en ganancias a largo plazo para la sociedad en general. Un argumento es que podría permitir a las personas que trabajan en profesiones muy demandantes extender su vida laboral.
“Personalmente, creo que una jornada laboral más corta es una solución a largo plazo”, dijo. “Mientras más ricos nos hacemos, más necesitamos aprovechar esa riqueza de otras maneras que no sean tener un automóvil más nuevo o incurrir en un mayor consumo”.