Diego Marrero

La por parte del regulador en EEUU puso en duda la solvencia de los bancos, causando una tremenda turbulencia financiera. El pánico se apoderó de los mercados y muchos inversionistas asumieron que podría repetirse la crisis del 2008, una de las peores crisis financiera de la historia donde casi colapsa el sistema financiero global.

MIRA | Proponen prohibir publicidad de alimentos con octógono dirigida a niños

Sin embargo, pienso que el escenario actual y la crisis bancaria del 2008 son muy diferentes, tanto en su origen como en sus consecuencias. La gran recesión del 2008 fue una crisis crediticia, en donde el sobre endeudamiento de los consumidores, especialmente en el sector inmobiliario, puso en aprietos su capacidad de pago y por ende los créditos bancarios, ocasionando grandes pérdidas para todo el sistema financiero.

La situación actual es muy diferente, sin problema de pagos (la economía sigue creciendo, la tasa de desempleo está alrededor de 3,6% y los salarios siguen subiendo) pero si un problema de valorización, lo cual hace que: 1) sea más fácil de contralar, 2) no pone en duda la solidez de todo el sistema financiero.

Tradicionalmente el negocio bancario funciona cuando la curva de tasas de interés tiene pendiente positiva; es decir las tasas de interés de corto plazo son menores a las de largo plazo. De esta manera, los bancos obtienen capital principalmente con depósitos de corto plazo a una tasa baja y colocan créditos a largo plazo a una tasa más alta. La diferencia entre la tasa que paga el banco por los depósitos y la que cobra por los créditos es la ganancia del banco. La distorsión de la curva de tasas de interés, producto de la política monetario de la FED generó una complicación en los balances de los bancos, lo cual se puso en evidencia hace algunos días con la intervención de SVB.

El problema surgió cuando se combinaron los siguientes factores:
  • El exceso de liquidez generado por los estímulos monetarios de la FED terminó principalmente en depósitos bancarios, los cuales crecieron en más de 200%.
  • SVB, al no tener la capacidad de colocar créditos al mismo ritmo en el que crecieron los depósitos, invirtió en bonos de largo plazo.
  • Ante la subida de las tasas, los depositantes decidieron retirar su dinero del banco (que ofrecían un retorno cercano a 0%) e invertirlo en fondos mutuos con un rendimiento superior.
  • Debido a esta salida, SVB tuvo que vender los bonos que habían comprado, realizando una pérdida, pues estos se afectaron negativamente por la subida en las tasas.
  • Ante la necesidad de cumplir con los requerimientos regulatorios de capital, SVB intentó emitir acciones, pero dada la complicada situación financiera por las pérdidas realizadas, ningún inversionista quiso comprarlas.
  • Esto puso en evidencia el problema y se generó una corrida bancaria, que contagió a otros bancos medianos que enfrentan situaciones financieras parecidas a SVB.
  • La FED, en un intento por frenar el pánico, intervino al banco y para dar tranquilidad, garantizó los depósitos de todos los bancos.

La principal consecuencia de este episodio, aparentemente complicado, es que la FED va a tener que hacer una pausa en la subida en las tasas de interés. Era evidente que la acelerada subida de tasas en algún momento iba a quebrar algo, y esta vez fueron algunos bancos regionales.


Diego Marrero, Gerente de inversiones de AFP Habitat