El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció días atrás la llegada de la tecnología 5G al país, a partir de la autorización para el desarrollo de este servicio en el formato fijo inalámbrico, es decir, 5G para el hogar (5G hogar).
Si bien podemos entender esto como un avance, existen varios pasos adicionales necesarios para acceder a la real disrupción tecnológica que esta tecnología representa, motivada porque su velocidad 10 veces superior a la actual tecnología 4G permite el surgimiento masivo de productos y servicios hoy inexistentes.
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Estos pasos previos incluyen la disponibilidad de bandas de espectro radioeléctrico previamente no usadas para servicios móviles, el uso de bloques de espectro con mayor cantidad de MHz respecto a las generaciones previas, un crecimiento de 10 veces en el número de antenas y –a consecuencia de todo lo anterior- un volumen de inversión sin precedentes por parte de los operadores móviles.
Es a todo esto a lo que nos referimos con disrupción, y de ahí la enorme magnitud del reto que esto significará para operadores y autoridades en el sector telecomunicaciones, de manera que es importante evitar la confusión entre los usuarios respecto a sus expectativas con el flamante servicio denominado 5G hogar, toda vez que la velocidad ofrecida (50 Mbps) no representa una disrupción respecto a los actuales planes tarifarios de Internet hogar.
Según el Sistema de Consultas de Tarifas (SIRT) del OSIPTEL, las velocidades ofrecidas en Internet hogar mediante medios alámbricos fluctúan actualmente entre 30 Mbps y 1 Gbps, mientras que las velocidades ofrecidas mediante medios inalámbricos en forma previa al lanzamiento del servicio de 5G hogar fluctuaba entre 10 y 20 Mbps.
Por lo tanto, podemos afirmar que la velocidad de 50 Mbps ofrecida por el servicio de 5G hogar se ubica en el rango inferior de las velocidades disponibles para el servicio de Internet hogar, lo cual está muy lejos de ser una disrupción en el mercado.
Asimismo, la relación precio-velocidad del 5G hogar es menor favorable respecto a las alternativas de Internet hogar a través de medios alámbricos (HFC, fibra óptica). El precio del 5G hogar (S/100-110) es 40% mayor respecto al precio del Internet hogar alámbrico de la misma velocidad (S/70-75), a lo cual tenemos además que agregar el costo de instalación (S/1,500 soles en 5G hogar versus S/120 soles en Internet hogar alámbrico).
Dicho esto, ante la evidencia respecto a una caída de 95% en los precios unitarios del Internet durante los últimos 5 años, no descartamos un moderado rebote en los próximos, que permita a los operadores sostener la necesaria mejora de capacidad en el Perú Conectado y la expansión de cobertura en el Perú No Conectado, esto último objetivo último del cual no debemos distraernos, ahora que el acceso a Internet se ha convertido en un producto de primera necesidad.
Según nuestros estimados el Perú No Conectado está compuesto por 5 millones de peruanos residentes en localidades sin acceso a Internet. Si bien la preparación regulatoria que viene avanzando el MTC para el futuro despliegue del servicio 5G móvil es fundamental, es aún más prioritario seguir creando las condiciones para el cierre de la brecha de conectividad digital en forma sostenible.
Comprendemos el interés de la gestión actual del MTC por heredar el mayor número de logros en beneficio de los usuarios en el Perú Conectado y el Perú No Conectado para el gobierno que tome la posta desde el próximo 28 de julio, pero al mismo tiempo consideramos necesario evitar introducir confusión respecto a las expectativas que podemos todos crearnos sobre el futuro impacto de los servicios 5G.
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