La autoridad monetaria adelantó que están evaluando otra reducción de las tasas de interés. "Lo estamos considerando, pero aún no tenemos fecha", apuntó Julio Velarde, presidente del BCR. La tasa de interés de referencia bajo en mayo por primera vez desde 2015.
(Foto: Difusión)
La autoridad monetaria adelantó que están evaluando otra reducción de las tasas de interés. "Lo estamos considerando, pero aún no tenemos fecha", apuntó Julio Velarde, presidente del BCR. La tasa de interés de referencia bajo en mayo por primera vez desde 2015. (Foto: Difusión)

El directorio del Banco Central de Reserva () anunció la noche del jueves su decisión de bajar la en 25 puntos básicos, a 3,25%, sumando su cuarta rebaja en el año.

La decisión de este mes era esperada con particular expectativa, pues las proyecciones de los analistas estaban divididas, con una buena parte de ellos anticipando que la tasa de referencia se mantendría.

Incluso, el economista Juan Carlos Odar especuló ayer en Twitter que la decisión dentro del directorio podría haber sido dividida. Las votaciones del directorio del BCR no son conocidas, pues este no publica minutas de sus reuniones.

El contexto se prestaba para especular con la disyuntiva que enfrentaba el directorio del banco central: una inflación a la baja abría la puerta para el recorte en un contexto de reactivación aún incipiente, pero las perspectivas de que la recuperación de la economía se intensifique podía hacer que la rebaja en el costo de financiamiento se viera como innecesaria.

Finalmente, la entidad liderada por Julio Velarde priorizó el primer escenario. “La inflación continuó disminuyendo en octubre y se ubicó en el medio del rango meta. Por su parte, las mediciones de tendencia inflacionaria continuaron reduciéndose”, enfatizó el BCR en su comunicado.

Para la autoridad monetaria, el panorama macroeconómico se completa con un crecimiento del PBI que sigue siendo inferior al potencial, lo que justifica el recorte.

En efecto, para Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, hubo indicadores sobre la economía que evolucionaron por debajo de lo esperado, lo que llevó al BCR a optar por un nuevo impulso monetario.

“El banco central, ya sea porque tiene algunas dudas sobre la solidez del crecimiento o porque cree que la inflación va a bajar más de lo esperado, consideró que [la economía] necesitaba un empujón adicional”, complementó Javier Gutiérrez, vicepresidente de Soluciones de Portafolio de Credicorp Capital Perú.

Además, Perea sumó otro elemento a la decisión del banco central: el aumento que ha experimentado la tasa de interés real, es decir, aquella que incorpora el efecto negativo de la inflación y de las expectativas inflacionarias sobre el costo del capital.

Esto implica que, a mayor inflación, menor tasa de interés real y que, a la inversa, la abrupta reducción de la inflación de los últimos meses aumenta el costo real del capital y le quita efecto expansivo a la tasa de referencia anterior.

¿CRECIMIENTO EN 2019?

El ex director del BCR, Carlos Oliva, afirmó que la decisión de la autoridad monetaria tendría como asidero asegurar el crecimiento de la economía en el mediano plazo.

“Se necesita apuntalar el crecimiento una vez que pasen los efectos estadísticos”, explicó el economista, en referencia a que los aumentos en indicadores como la inversión pública responden en gran medida a una normalización tras las abruptas caídas que sufrieron en el 2016.

Además, Oliva recordó que aún existe incertidumbre sobre el otro motor de la reactivación: el alza de los precios de los metales.

“El efecto de las tasas de interés [sobre la economía] se ve en nueve o 12 meses. El 2019 está bastante incierto todavía, por lo que necesitamos una política [expansiva] para que también sea un buen año”, comentó Oliva.

En ese sentido, el nivel actual de la tasa de referencia todavía le da espacio al banco central para seguir reduciéndola. No obstante, Oliva dijo que el límite para el banco central se dará en función de las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.

Si esta última acelera el ritmo de sus alzas de tasas, le quita margen al BCR para ser más expansivo, puesto que un menor diferencial en los rendimientos que se pagan en el Perú por los capitales incentivaría una salida de estos y ello pondría presión alcista sobre el tipo de cambio, otra variable que el BCR sigue atentamente por el efecto inflacionario de una devaluación del sol.

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