Congreso debate hoy moción de censura a Jaime Saavedra
Congreso debate hoy moción de censura a Jaime Saavedra

Tras la censura del ministro de Educación, Jaime Saavedra, la revista semanal de habla inglesa 'The Economist' publicó un artículo en donde criticó duramente a la bancada de Fuerza Popular y comparó la actitud de los congresistas que respaldaron la censura de Saavedra con las de un "matón de recreo".

En un artículo titulado: "Un pequeño acto de suicidio nacional en Perú", que además saldrá en su versión impresa, The Economist destacó los logros de la gestión de Jaime Saavedra como titular del Ministerio de Educación (Minedu).

"La administración de Saavedra en la cartera de Educación ha dado frutos. El rendimiento de los estudiantes en evaluaciones nacionales han mejorado considerablemente. Y las últimas cifras de la evaluación PISA, que fueron publicadas el 6 de diciembre, confirmaron esta tendencia", precisó el artículo de la revista.

Sin embargo, tal y como lo señaló la publicación, la demostración del buen rendimiento de Saavedra no fue suficiente para evitar su censura. "La audiencia del Congreso fue notable por su mezcla de ignorancia y de mala fe. Un legislador afirmó que las pruebas PISA, que son organizadas por la OCDE -un club de países principalmente ricos-, eran una "cortina de humo" y un "negocio" pagado por el ministerio de Saavedra", indicaron. 

AQUÍ PUEDES LEER EL ARTÍCULO COMPLETO DE THE ECONOMIST TRADUCIDO AL ESPAÑOL:

Durante la mayor parte de este siglo, la economía peruana ha brillado: el ingreso por persona se ha duplicado en los últimos 12 años. Pero la educación no pudo mantenerse al día con estos avances. En el 2012, Perú figuró en el último lugar de los 65 países que rindieron la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA en inglés), que evalúa el desempeño de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias.

Por fortuna, Perú supo encontrar a un destacado ministro de educación. Jaime Saavedra, un economista cuya madre era profesora, pasó 10 años en el Banco Mundial, donde se alzó como vicepresidente para la reducción de la pobreza. Nombrado hace tres años a la cartera educativa, fue el único ministro que mantuvo su puesto cuando, en julio, Pedro Pablo Kuczynski reemplazó a Ollanta Humala como Presidente de la República. 

En su gestión, Saavedra difundió un programa piloto para vincular la remuneración de los profesores con su desempeño laboral, inspeccionó una reforma de formación docente y de gestión escolar y comenzó un programa para reparar edificios de colegios que se encontraban en ruinas. Asimismo, defendió una ley aprobada el 2014 que, por primera vez, sometió a las universidades del país a cumplir con los estándares mínimos de probidad y con los resultados educativos provechosos.  

La administración de Saavedra en la cartera de Educación ha dado frutos. El rendimiento de los estudiantes en evaluaciones nacionales han mejorado considerablemente. Y las últimas cifras de la evaluación PISA, que fueron publicadas el 6 de diciembre, confirmaron esta tendencia: Perú sobresalió como el país que mejoró más rápido en la región y fue, además, el cuarto país más rápido del mundo en mejorar sus resultados.

Pero lejos de celebrar este logro, al día siguiente de conocerse los resultados, la mayoría de la oposición del Congreso peruano sometió a Saavedra a una interpelación que duró 11 horas, conducida con los modales de un matón de patio de recreo. Se precisó el 15 de diciembre como la fecha en la que votarían para sacarlo.  

Las razones manifestadas por los congresistas fueron el retraso en los preparativos para los Juegos Panamericanos, evento que se celebrará en Lima el 2019 (la cartera de Educación maneja deportes), y los supuestos actos de corrupción en la compra de computadoras por el ministerio. Saavedra negó de manera convincente el conocimiento de estos problemas y la responsabilidad de ellos. 

Entonces, ¿por qué Fuerza Popular, el principal partido de oposición, es tan hostil con él? Muchos comentaristas atribuyen esta actitud a los vínculos que varios de sus legisladores tienen con ciertas universidades. Estas, que son negocios lucrativos, ofrecen poco valor a los estudiantes y, ahora, se enfrentan a un nuevo escrutinio bajo la ley que los regula (aunque eso también se aplica a algunos legisladores progubernamentales).

La audiencia del Congreso fue notable por su mezcla de ignorancia y de mala fe. Un legislador afirmó que las pruebas PISA, que son organizadas por la OCDE, un club de países principalmente ricos, eran una "cortina de humo" y un "negocio" pagado por el ministerio de Saavedra. 

Otros dijeron que las pruebas de PISA fueron "adulteradas", o un ejercicio de guerra psicológica. Esto es una estupidez: incluso los críticos más severos de PISA aceptan que la evaluación se lleva a cabo de manera correcta.

La censura de su mejor ministro por motivos tan espinosos es un desafío frontal al señor Kuczynski, a menos de cinco meses de ascender a la presidencia. Lo ocurrido desvela la debilidad de su mandato. Derrotó a Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, con sólo 50.000 votos sobre 18 millones, después de que su campaña fue golpeada por un escándalo de último minuto. Su sorpresiva derrota picó; No ha hablado con Pedro Pablo Kuczynski desde las elecciones. El señor Kuczynski sólo llegó a la segunda vuelta después de que otros dos candidatos fueron descalificados por razones cuestionables. Su partido sólo tiene 17 de los 130 curules en el Congreso, mientras que Fuerza Popular tiene 72.

El señor Kuczynski podría haber optado por una cuestión de confianza del gabinete en su conjunto para salvar el futuro del señor Saavedra. Al perder dos de esos votos, la constitución peruana le da el derecho al presidente de disolver el Congreso y convocar una nueva elección legislativa. Pero esto nunca ha sido probado, y Fuerza Popular insinuó que golpearía de nuevo declarando vacante la presidencia. 

El 13 de diciembre, el señor Kuczynski anunció que había rechazado este curso y pidió dialogar con la oposición. Podría buscar una coalición con Fuerza Popular, invitándolos a ocupar puestos en el gabinete. Pero eso espantaría a muchos de sus partidarios, quienes votaron por él sólo para frenar a Fujimori, cuyo padre gobernó como un autócrata en los años noventa y está cumpliendo penas de cárcel por delitos de corrupción. La alternativa, entonces, puede ser someterse a años de acoso del Congreso conducida por una oposición que solo intenta mostrar su poder.

En cuanto al señor Saavedra, su probable salida ilustra el círculo vicioso que dificulta la existencia de políticas sostenibles en las democracias de América Latina. Fuerza Popular tiene demasiados miembros descalificados e imprudentes en su comportamiento que velan por un estado que, durante mucho tiempo, no pudo proporcionar servicios públicos adecuados; como una vena que está a punto de ser extraída para el beneficio privado. 

Que Fuerza Popular represente a tantos peruanos es, en parte, una demostración del atraso educativo del país. Una mejor educación no es garantía de una democracia de mejor calidad, pero sin duda ayuda. Y es esencial para que el Perú crezca como un país verdaderamente próspero.

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