En el escenario es una mujer seductora, vivaz, desenfadada. Encarna un espíritu rebelde y ciertamente egoísta que no pierde con el paso de los años, ni cuando se convierte en madre ni cuando tiene que enfrentar, ya en la madurez, los reclamos y furias de sus hijos. En la vida real Denise Arregui tiene algo de ese espíritu contestatario e impulsivo de su personaje, una determinación que la ha llevado por la música, el periodismo audiovisual y la actuación en la televisión, el cine y el teatro. A sus 42 años, ella reconoce que Sandra es el papel más difícil que le ha tocado interpretar, y que si hay alguna actividad a la que siempre regresará será a la música.
En "Love, Love, Love" representas tres etapas en la vida de una mujer. ¿Te fue difícil interpretar este personaje?
Esto ha sido lo más divertido y lo más difícil que he hecho hasta ahora. Básicamente, empecé a trabajar el primer acto, cuando Sandra tiene 19 años, y salió toda esa energía juvenil que tengo guardada por ahí [risas], y también esta cosa explosiva, dicharachera y divertida. Luego traté de mantener esa esencia en los actos siguientes, cuando ella ya es mayor. Claro, a los 60 años, ya no puede tener los mismos arrestos físicos, pero igual no para de hablar de principio a fin.
La obra explora el aburguesamiento de esa generación idealista de los años sesenta y su devenir en familias bastante disfuncionales, por decirlo de alguna manera.
Yo creo que esa disfuncionalidad radica en varias cosas: primero, en esas ideas de libertad que los protagonistas (Sandra y Kenneth) tienen cuando eran jóvenes y que se vienen abajo por la forma como cambió el mundo. Son unos padres egocéntricos que no pueden guiar ni entender a sus hijos. Pero yo me he concentrado más en esta mujer, que lleva una vida bastante alocada y ha pasado por el alcohol y las drogas, algo que ha influido en su carácter bipolar y explosivo, y que ha provocado que evada sus responsabilidades de madre.
Has tenido antes roles vinculados a la maternidad, como en "Criadero" y "Bebé a bordo". ¿Te interesa ello?
En "Criadero" conté mi propia historia, la de una mujer de 42 años que no tiene hijos.
A mí me divierte hacer papeles de madre porque me permiten vivir vidas distintas a la mía. Eso es lo chévere de hacer ficción.
Alguna vez dijiste que la maternidad era lo que te quedaba por cumplir…
No, el tema de la maternidad en mí ha pasado por muchas etapas. Yo he tenido una vida muy rica sin hijos y no tengo idea de lo que va a suceder después.
Hoy vivo tranquila en esta incertidumbre y me imagino perfectamente mi existencia sin y con hijos. Realmente, siento una gran apertura frente al tema de la maternidad, en todo sentido.
Has hecho música en bandas de rock (con La Purapurita) y versionando a PJ Harvey, periodismo, cine, televisión, teatro… ¿con qué actividad te quedas?
Todo lo he disfrutado en su debido momento, como mi paso corto por la música, y es curioso que después de tantos años me sigan preguntando por La Purapurita, es
algo que me encanta y enternece. No descarto reunir a un grupo de amigos para volver a hacer música. Pero hoy siento que la actuación se ha convertido en una fuente de placer para mí. Estoy disfrutando mucho hacer teatro. El año pasado trabajé como asistente de dirección y más adelante me gustaría dirigir, pero no tengo planes, estoy dedicada a disfrutar el presente.
¿Cómo te consideras como actriz? ¿Eres perfeccionista, impulsiva?
Sí, soy impulsiva en todo lo que hago.
Tengo facilidad para la dispersión y no me es fácil concentrarme o enfocarme en algo, por eso me pongo a prueba diariamente.
¿Volverás algún día al periodismo televisivo?
Me encantaría hacer algún programa de contenido social y cultural donde las personas puedan contar las cosas buenas que hacen en favor de la sociedad. No creo que la televisión sea necesariamente el medio; hoy Internet se presenta más interesante.