Enrique Planas

Desde que en 1826 el francés Joseph Nicéphore Niépce colocó una cámara portátil en la ventana de su finca y capturó, tras seis horas de exposición, el panorama de techos que tenía a la vista, el paisaje ha sido el género primigenio de la fotografía; la posibilidad de dar a conocer y compartir la experiencia de un territorio. Un mundo que en siglos anteriores solo podía representarse en grabados.