Bruno macher es un tipo entrañable y querendón que se ríe, compone, abraza y sopla el saxofón de la misma forma: fuerte. Hace 15 años fundó una orquesta de salsa que se negó siempre a tocar covers, y con sus demás integrantes, su segunda familia, ha realizado una serie de proyectos sociales dedicados a sus barrios queridos que acaba de documentar en un DVD.
¿Qué encontramos en el documental?
Revolución por la paz recopila nuestros proyectos sociales. Desde que fundé
Sabor y Control quise hacerlos, pero antes era complicado porque, si bien funcionábamos como orquesta, no éramos aún una ‘familia’. Recién cuando llegamos a la formación actual y se estableció un vínculo fuerte entre nosotros, comenzamos con “Salsa a la calle”; luego vinieron “Salsa a la cárcel”, los conciertos de pacificación…
Podrían llamarse “de salsificación”. ¿Qué son exactamente?
[Risas] El año pasado comenzaron nuevos problemas en el Callao, con el narcotráfico, muchos conflictos y enfrentamientos entre zonas. Entonces quisimos hacer conciertos que sirvieran también de marco para que los dirigentes barriales pudieran explicar cuáles son sus preocupaciones, qué ideas tienen para mejorar, cómo evitar las disputas, qué obras necesitan de verdad. Quisimos involucrar a las municipalidades y a la prensa, pues la gente quiere hacer cosas y ser escuchada. Pero no vinieron. Igual lo hicimos, empezamos en Atahualpa.
¿Existen prejuicios también de parte de las autoridades municipales?
Muchísimos. Había quienes nos decían que no vayamos, que era peligroso, que corría bala, que son zonas picantes…, pero nosotros siempre apostamos por el barrio. Hay delincuencia, pero también familias, madres, niños. Gente que quiere vivir en armonía. Hoy ya no pedimos permiso en la comisaría o en la municipalidad, sino directamente al barrio. Y este nos recibe con un abrazo, así es más bonito y más natural.
Cuéntame de “Salsa a la calle” y de “Salsa a la cárcel”.
“Salsa a la calle” fueron conciertos de integración en distintos barrios [Matute, en La Victoria; Bellavista, en El Callao; Alto Perú, en Chorrillos; Don Bosco, en Breña, etc.] donde todos la pasamos bien, y de paso se incentivó a los jóvenes con el tema artístico. “Salsa a la cárcel” fueron dos talleres y un concierto que hicimos con los reos de Sarita Colonia, tocando todos. Muy paja. Todo está en el documental.
Pero el cariño no basta, ya tenías experiencia filmando. ¿Cómo fue hacer la película "Joe Pecado"?
Alucinante, me dejó muchas ganas de seguir haciendo audiovisuales, aunque no hubo suerte con los cines porque era una película independiente y sin actores conocidos… Tampoco ganamos ningún concurso ni tuvimos auspiciadores. Lo hicimos con plata nuestra, con un préstamo, pero fue increíble. Repetiría la experiencia mil veces. Estar vinculado a la calle me mantiene vivo, y hacer la película en los barrios, en zonas bravas… simular un robo en la avenida Grau y hacer que parezca verdadero o la persecución en moto, que fue a velocidad real porque no teníamos los rieles donde pones la cámara, entonces la hicimos de verdad. Yo la piqué, y al final nos fuimos a la comisaría porque no tenía brevete [risas].
¿Seguirías en lo audiovisual si de pronto no pudieras seguir tocando salsa?
Creo que sin la música me costaría vivir, pero tenemos una canción que también es un lema para nosotros. Simple: “Siempre hacia adelante”. Quiero seguir haciendo cosas audiovisuales, como películas y documentales. Y también pasa que, cuando compongo, tengo una visión… cinematográfica de los temas. Hay algunos videos del nuevo disco que me gustaría hacer como si fueran pequeñas películas.
Es interesante cómo han asimilado el concepto de barrio, y la retroalimentación que eso ha generado. ¿Has pensado crear una asociación civil?
Entrar en la problemática del barrio me sirve para seguir componiendo cosas que tienen que ver con eso, ¿no?, con lo que está pasando en nuestras ciudades. Nosotros creemos en la música, en su fuerza limpiadora y concientizadora, eso nos motiva. Por lo demás, lo que hacemos es bien sencillo y no buscamos sacar provecho. Se trata simplemente de ir a darle algo a los barrios, una retribución al cariño que nos han dado siempre.
La del estribo: Sobre el nuevo disco
¿Cuándo saldrá?, ¿cómo se llamará?, ¿de qué irá?
Saldrá, más o menos, a mediados de año. Creo que se va a llamar "Contraviolencia", y estará enfocado en nuestra revolución por la paz. Será un disco muy intenso, estoy intentando que los arreglos y los temas sean distintos a los de los otros discos, lo cual es un reto. Las letras hablarán de delincuencia, narcotráfico, violencia. La idea es salir con el disco a retomar también “Salsa a la calle”.