La cifra más baja en las últimas dos décadas. (Ilustración: El Comercio)
La cifra más baja en las últimas dos décadas. (Ilustración: El Comercio)
Redacción EC

Un informe de Ariana Lira Delcore y Martín Hidalgo Bustamante

Fueron nueve las organizaciones políticas que, : Acción Popular, Alianza para el Progreso, Fuerza Popular, Frepap, Unión por el Perú, Podemos Perú, Somos Perú, Partido Morado y Frente Amplio.

Estas, sin embargo, representan únicamente las preferencias de los peruanos que votaron por ellas. Existe, por lo tanto, una cifra que no debería pasar desapercibida. Esta incluye a todos aquellos peruanos que emitieron votos inválidos (en blanco o nulo), a los que votaron por partidos que –por no pasar la valla electoral de 5%– no obtuvieron escaños en el Congreso (más de 4 millones) y los que no fueron a votar (más de 6 millones). Todos ellos constituyen el 60,35% de electores hábiles.

En otras palabras, el nuevo Congreso representa las preferencias de un 39,65% de peruanos habilitados para votar. La cifra más baja de los últimos 20 años, en los que el promedio de representación frente al electorado había sido de 58,86%.

Las consecuencias de este hecho se traducen en los resultados específicos: en el 2016, Fuerza Popular fue el partido con más votos, lo que le valió un 56,15% de representación en el Legislativo. En el 2011, el humalismo fue la fuerza política que más votos alcanzó, y obtuvo el 36,15% de representación congresal. En estas elecciones, Acción Popular –el partido más votado– obtuvo 25 escaños; esto es, el 19,23% de representación en el Congreso. Esto los convierte en la agrupación política más votada que menor representación logró en las últimas dos décadas.

¿Cómo un Parlamento termina siendo elegido por solo el 40% de los votantes hábiles?

(Elaboración: El Comercio)
(Elaboración: El Comercio)

—Razones de fondo—

Desde el 2006, la cifra de ausentismo en las elecciones congresales ha ido en aumento, hasta alcanzar un récord histórico: el 26 de enero, más de seis millones de peruanos habilitados para votar no acudieron a las urnas, cifra que representa –aproximadamente– el 25% del padrón electoral.

Por otro lado, los votos inválidos –es decir, blancos y nulos– alcanzaron un aproximado de 19% de los votos emitidos.

Arturo Maldonado, politólogo especialista en comportamiento político y electoral, identifica algunos motivos que explicarían estas cifras. Para él, el ausentismo y los votos blancos y nulos representan, en muchos casos, una suerte de protesta. “No habría que descuidar a las personas que están votando en blanco o viciado, o que se están ausentando de la elección como protesta, no solo contra los partidos políticos, sino contra el sistema de representación en general”, explica.

La interrogante que surge, entonces, es de dónde nace esta protesta. Maldonado entiende que el descontento con el sistema de representación responde a un fracaso de los partidos políticos en “conectar” con la población.

“Mientras los partidos no hagan su trabajo, no vuelvan a conectar con los ciudadanos desde las bases, yo creo que esto no va a mejorar en el corto plazo. Tenemos un partido de corte teocrático [Frepap] y otro de corte autoritario [Unión por el Perú] que han logrado conectar con la gente, pero no tenemos un partido democrático, de izquierda o derecha, que haya conectado con las bases. Ahí está la base de este hastío”, señala.

El politólogo Fernando Tuesta –también especialista en materia electoral– discrepa. Según él, el ausentismo responde principalmente a que, para muchos, resulta más barato pagar la multa por no votar que –por distancia o trabajo– acudir a las urnas. Explica, además, que la alta tasa de ausentismo presentada en esta elección tiene que ver con que esta se realizó en enero, mes en el que la gente suele viajar, y con que los peruanos residentes en el extranjero ya no están obligados a pagar una multa por no acudir a votar. De hecho, el porcentaje de peruanos en el extranjero que se ausentaron de las urnas en este último proceso electoral fue de 76%. En el 2016, esta cifra fue de 47%.

Para el especialista, en la mayoría de casos, los votos inválidos no responden a una manera de protestar sino a equivocaciones al momento de emitir el voto.

—Efectos—

Para Tuesta, el hecho de que el Congreso haya sido elegido por menos del 40% del padrón electoral no significa que este no sea representativo. “No se puede decir que lo que está elegido no es representativo. Lo es, es representativo porque es legal, porque es un resultado que se ha basado en las normas, como la valla electoral”, afirma.

Pero, si bien el Parlamento ha sido electo dentro de las normas, Maldonado cree que la poca identificación de los peruanos con las autoridades puede dificultar que estas tomen decisiones trascendentales. “Para tomar decisiones importantes, como, por ejemplo, una reforma constitucional, el Congreso tiene que tener una legitimidad alta. Si quisiera hacerlo con la conformación actual, la mitad de la población de los ciudadanos peruanos podría reclamar: ‘Este Congreso yo no lo he elegido y no me representa’”, indica.

—Círculo vicioso—

Para Maldonado, una baja representación frente al electorado hábil puede generar un “círculo vicioso”, pues aquellos que no se sienten representados acaban, en muchos casos, por desconectarse aún más de la política. “Por lo tanto, en la próxima elección es probable que no vuelvan a ir a votar, o voten nulo o en blanco”, sostiene.

Según la última encuesta de Datum, 53% de peruanos no se sienten representados en este nuevo Congreso.

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