La reforma electoral del Congreso con parches antes que cambios de fondo | Análisis

En medio de la pandemia del coronavirus, el Congreso de la República aprobó seis leyes de reforma electoral con modificaciones que aplicarán al proceso electoral 2021. El balance realizado por los especialistas -consultados por El Comercio- advierte que nuevamente estamos ante parches y no se lograron los cambios estructurales que se esperaban.

La primera norma que aprobó este Parlamento es la suspensión de las elecciones primarias, que implicaban una elección abierta. Desde el Congreso, se alegó que se podrían producir aglomeraciones, lo cual sería riesgoso ante la situación de pandemia producida a raíz del coronavirus.

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En reemplazo se harán procesos internos con modalidades que permiten repetir el escenarios de procesos anteriores: elecciones a través de los delegados en listas cerradas armadas por las dirigencias partidarias.

Más del 60% de partidos vigentes ha informado a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) que llevarán a cabo sus elecciones internas a través del mecanismo de delegados.

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Apenas cinco realizarán elecciones “un militante, un voto”, repitiendo el mecanismo empleado en el 2020, aunque solo Acción Popular realizó elecciones competitivas pues los demás presentaron una lista única.

Fernando Tuesta, quien presidió la Comisión de Alto Nivel de Reforma Política, recordó que el objetivo de las elecciones primarias era tener una amplia participación y un filtro para la alta cantidad de agrupaciones.

La norma suspendida establecía que para continuar con su participación en el proceso electoral, el partido político debía obtener al menos el 1,5% de los votos válidamente emitidos en las primarias.

“Ahora tendremos elecciones internas igual a las que ya estamos acostumbrados, y sin ningún filtro. Podríamos tener a los 24 partidos vigentes postulando”, refirió Tuesta a El Comercio.

José Manuel Villalobos, director ejecutivo del Instituto Peruano de Derecho Electoral, coincidió en señalar que, en la práctica, las reglas de elecciones internas son las mismas que en años anteriores.

“Esto se da porque los partidos quieren manejar sus internas sin intromisiones, quieren seguir controlando sus candidatos. Instaurar una democracia interna plena hace que las cúpulas pierdan el control de los partidos”, explicó Villaobos.

Balance negativo

Tuesta sostuvo que se busca realizar un balance cuantitativo de la reforma electoral, cuando lo que amerita en este caso es uno cualitativo.

Según dijo, el Congreso terminó aprobando normas incompletas, donde no se pensó en una reforma integral y se optó por revisar artículos por separado, que en algunos casos fueron desnaturalizados parcial o totalmente logrando incluso efectos no deseados.

A modo de ejemplo, el politólogo mencionó la suspensión de las elecciones primarias y la nueva norma que regresó al proceso anterior de internas con listas cerradas y sin ningún filtro para los partidos.

El único filtro que queda es la norma -aprobada en el periodo disuelto- sobre la cancelación de partidos políticos. Esta regla establece que pierden su inscripción los partidos que no postulen; así como las agrupaciones que, pasando la valla con una alianza electoral, no logre representantes en el Parlamento.

Este último caso ocurrió en el 2016, donde el Apra y el PPC postulando en alianza, pero solo el primer partido logró escaños y eso sirvió para que ambos mantengan su inscripción electoral.

Para Villalobos, estamos ante “parches” electorales, y una resistencia a la reforma electoral con otro Congreso que se resiste a aprobar el proyecto de ley del nuevo código electoral presentado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

“En la norma sobre peruanos en el exterior, me parece que pudo ser una reforma para combatir la subrepresentación. Pero terminaron afectando a Lima. Le quitaron dos escaños para la circunscripción de peruanos en el exterior, y en la nueva distribución, Lima perdió una tercera curul que pasa a Ucayali. Es decir, Lima está más subrepresentada que antes”, remarcó Villalobos.

La Comisión de Alto Nivel presentó una propuesta para dividir Lima en circunscripciones electorales. Esta propuesta fue recogida por la legisladora Leslye Lazo (Acción Popular, Lima), pero no fue tomada en cuenta en la Comisión de Constitución, que se encargó de dictaminar las iniciativas de reforma electoral.

Tuesta también resaltó que el periodo anterior estableció la eliminación del voto preferencial se aplicaría desde el 2026 a través de la denominación técnica “lista cerrada y bloqueada”. Lo único que debía hacer este Congreso era adelantar su aplicación para el 2021, tal como hicieron con la norma de paridad y alternancia, donde eliminaron la aplicación progresiva aprobada por el anterior periodo, y así se podrá aplicar desde este proceso electoral.

Aunque Villalobos discrepa que la eliminación del voto preferencial haya significado un gran cambio en el actual proceso electoral, donde no se realizarán las elecciones primarias.

“En Lima, donde tendrás 33 candidatos puede ayudar, pero tienes distritos electorales pequeños donde suelen salir elegidos los cabezas de lista, y estos siempre son hombres. Una solución real era, por ejemplo, eliminar la designación directa de invitados para los primeros números de la lista”, refirió.

En lo que sí coincidieron ambos especialistas es que la norma sobre financiamiento ayudó a corregir algunos errores o vacíos, como que los partidos estén obligados a abrir sus cuentas bancarias ante la ONPE, y que deban presentar reportes de ingresos y egresos durante la campaña electoral. En el periodo anterior, se estableció que solo presenten dicha información una vez acabada la campaña.

Ahora solo queda ver si el nuevo Congreso elegido en el 2021 continuará la línea de “parches” o trabajará por una real reforma integral.

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