(Foto: El Comercio/)
Yahel Waisman LIFWeek 19
Celeste Pérez

El año pasado las piezas de se decantaron por la ‘Dualidad’ del color blanco y el negro. Esta vez, la diseñadora nos condujo a un bosque encantado compuesto por hermosos vestidos de tonalidades pastel. Así fue su colección de otoño invierno para

‘Floral Sculpture’ ha sido el nombre la colección de Waisman, que –como su nombre lo indica- está inspirada en la estructura y colores de románticos arreglos florales. Fueron 20 los vestidos que se llevaron a pasarela, con tonalidades que iban desde el blanco níveo hasta el turquesa, lavanda y rosa empolvado.

El tul, fue sin duda protagonista de la colección. Volantes, pliegues y caídas fluidas se unían para configurar vestidos que se movían románticamente con el ‘catwalk’ de las modelos. Además, destacaron abrigos sofisticados para complementar este tipo de tenida nocturna, como capas ligeras y chompas tejidas en hilo orgánico.

Otro de los sellos de la firma Yahel Waisman es el exhaustivo –y delicado- trabajo que aplican en los bordados y la pedrería de alta costura. Como la diseñadora anticipó, esta colección presenta más de estos apliques, sumando a ello la innovación de flores en 3D que iban acorde a inspiración de la presentación.

Para cerrar con broche de oro (y robando suspiros a más de uno), apareció en escena el traje de novia de la colección de Yahel Waisman. Asemejando a un capullo de flor, la última modelo del desfile inició el catwalk que la llevaría a ‘florecer’ al final de la pasarela, dejando al descubierto la pieza más resaltante de ‘Floral Sculpture’: un body trabajado por completo de manera artesanal,  complementado por una voluminosa cola con apliques florales.

Conoce más detalles de la colección de Yahel Waisman para esta edición de LIFWeek en la galería que se encuentra al inicio de esta nota.

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