Redacción EC

LUIS SILVA NOLE / 
Redactor de Sociedad

No es solo la comida: todo en esta casa tiene un sabor y un aroma divinos. Hasta los nombres son una experiencia religiosa. María Jesús Rojas Barrantes ya está sentada al mismo extremo de la misma mesa, casi al centro del comedor. Ese es su lugar de lunes a sábado, por el derecho que da la costumbre. Son 10 para las 12. Mitad de semana. Puntual como siempre, ella aguarda a que le alcancen el almuerzo que paga con un gracias y un “Dios los bendiga”.

María Jesús saca una cuchara de una vieja cartera. “Acá todo es gratis. Lo único que tienes que traer es hambre y tu cubierto”, confiesa dentro del ambiente más popular de la (ese es su nombre oficial), en Jr. Callao 535, en el Cercado, frente al Santuario de Santa Rosa.

Y luego, lapicero en mano, María Jesús se pone a resolver un juego para armar palabras, de un folleto titulado “Sopa de letras”, justo antes de que venga la sopa de verdad. “Debo ejercitar mi memoria, sino después cómo me voy a acordar de traer mi cuchara”, refiere.

Su rostro, surcado por líneas que sus ocho décadas han impreso, trasunta la misma carga de vejez difícil que reflejan los de los otros cien comensales sentados en mesas rectangulares, bajo el aura eclesial de un par de copias de “La última cena”, de Leonardo da Vinci.

María Jesús viene religiosamente a diario desde Los Olivos. “Soy pobre y en casa no hay qué comer. Vivo con un hijo que me cuida, pero que no tiene un trabajo estable [...] No me gustan los feriados porque en esos días acá no hay atención”, añade la señora.

Esta casa es de la orden dominica y, como dice su nombre, vio nacer al santo peruano el 9 de diciembre de 1579. Tras varias refacciones, hoy luce como una típica casona republicana del Centro Histórico.

OBRA DE SAN MARTÍN DE PORRES

Unas mesas más allá está José Gutiérrez Sarco, de 76 años. No es carpintero como José de Nazaret, él vende caramelos en las calles y vive en el , solo con su hermano, también adulto mayor. “Acá satisfacen nuestras necesidades. Esto es el cielo”, dice mientras enrosca unos apetitosos tallarines rojos.

Como si fuera un colegio de primaria, los hombres se suelen sentar junto a otros hombres, y las mujeres junto a otras mujeres. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)

Seguimos la obra que hacía San Martín de Porres con los más necesitados, especialmente con la gente de tercera edad. Esa es nuestra espiritualidad como dominicos. Sin embargo, no es sencillo. La casa sobrevive, da comida y servicios gratuitos, incluso consultas médicas, solo gracias a donaciones de devotos de San Martín. Pero estas han bajado mucho. Necesitamos apoyo. Requerimos donaciones urgente”, dice el padre Reinaldo Montenegro, director de la casa.

APOYO

Este domingo 20 habrá una pollada en la casa, pro fondos para el comedor. Más datos de la actividad y sobre donaciones  al 423-0705.

ASISTENCIA SOCIAL
El área de asistencia social de la Casa Donde Nació San Martín de Porres registra a los adultos mayores que el local beneficia, previa visita a sus viviendas. Si un beneficiario no aparece en la casa durante tres días seguidos, la asistenta social va a su casa a ver qué sucede.

ANIVERSARIO
El 24 de este mes el comedor de esta casa de obra social cumplirá 46 años de servicio.

PARA LLEVAR
El 75% de los beneficiarios del comedor almuerza ahí. El resto se lleva a casa los alimentos. “Si viene  una persona nueva, se le da comida, pero luego la asistenta social la registra”, dice Amalia Montenegro, de 81 años y responsable voluntaria del buen andar del comedor.

MUJER VITAL
Amalia llega a la casa todos los días desde Bellavista a las 8 a.m. Elige el menú y hasta lleva los platos a las mesas. “Soy devota de San Martín de Porres. Él siempre me ha concedido gracias. Eso me impulsa”, dice. Se retira a las 5 de la tarde.

LA COCINA
Hay 20 voluntarias cocineras. Se reparten la labor de preparar los alimentos de tal forma que cada día hay tres o cuatro en la cocina.

DESAYUNO
La casa también da desayunos gratuitos, pero solo los sábados. Hasta el 2008 los daba a diario, pero la crisis económica mundial de ese año hizo que devotos de San Martín de Porres residentes en EE.UU. y Europa dejaran de donar.

DOCTOR GRATIS
La casa también ofrece consultas en geriatría, medicina general, odontología, cardiología y psicología. Los médicos donan su tiempo.

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