Semana a semana la policía incauta decenas de en diferentes penales. Pese a las requisas, los reclusos siguen haciendo y recibiendo llamadas sin dificultades. El problema es que ingresan más equipos de los que se requisan.

En el penal de Lurigancho el ingreso de celulares es sumamente fácil y para ello solo es necesario tener dinero. La voluntad policial es frágil y el sistema ayuda a que esto se concrete. Un informe de Panorama reveló la manera en la que los celulares llegan a manos de los presos, en algunos casos por menos de 20 soles.

Todo depende del equipo. El pase de los más modernos, con tecnología 3G puede, puede costar 100 soles. Algunos más antiguos y modestos pueden valer apenas 20 soles ¿cómo se hace? Hay dos maneras, la primera es a través de los proveedores de alimentos e insumos. Estos ingresan con carretillas en donde esconden los celulares y hasta televisores. 

Dentro del penal es un policía el que muchas veces entrega los equipos celulares en las manos de los destinatarios. Ellos reciben una parte del dinero que los proveedores cobran por el ingreso.

Otra forma es a través de la visita, escondiéndolos entre la ropa o los paquetes. Sin embargo, en ambos casos la policía tiene mucho que ver, ya sea por omisión o por corrupción.

Los propios reclusos revelan que el 90% de internos tiene celulares y para evitar las requisas o ser avisados de ellas pagan un promedio de 50 soles semanales. También indicaron que los bloqueadores de señales pueden manipularse y dirigirse a una zona en especial.

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