Conductores no respetan la zona rígida en calle de San Isidro

El último viernes, Mayra Vilcapoma, una joven que labora en San Isidro, difundió en su cuenta personal de Facebook un video grabado con su celular de la agresión verbal que sufrió de un vecino de ese distrito. El hombre le reclamaba con insultos por qué se había estacionado frente a su vivienda, ubicada en la calle Choquehuanca. 

En el video también se observa que el sujeto tenía tranqueras de metal con las que reservaba el espacio para parquear sus propios vehículos. En la descripción de la publicación, Vilcapoma indica que el lugar donde se había estacionado “era un espacio público que no tiene restricción para estacionar [línea amarilla]”.

El Comercio recorrió ayer el sitio donde ocurrió la discusión y observó que sí existe esa línea amarilla, que prohíbe que cualquier vehículo, sea de un vecino o de un visitante, se estacione.

El “Manual de dispositivos de control de tránsito automotor para calles y carreteras”, del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, indica que una línea amarilla continua al lado derecho de la pista significa la prohibición de estacionar vehículos entre determinadas horas.

Estas deben ser especificadas y señalizadas en un lugar visible de la zona, algo que no se aprecia en ningún lugar de la calle Choquehuanca. La multa por esta infracción asciende a S/316 y al conductor se le restan 20 puntos en su licencia. 

Desde mediados del 2015 hasta febrero último, 35 mil conductores de vehículos públicos y particulares fueron multados por estacionarse indebidamente en avenidas y calles de San Isidro por la policía y la comuna. No obstante, fuentes del municipio indican que, pese a estas acciones, a diario decenas de vehículos se estacionan incorrectamente en sus vías.  

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