La delgada línea entre recuperar un hijo y secuestrar un menor
La delgada línea entre recuperar un hijo y secuestrar un menor
Gustavo Kanashiro Fonken

El secuestro de una niña de 5 años en  ha develado los traumas que puede sufrir una pequeña a quien le ha tocado vivir en medio de la disputa de sus padres por su respectiva tenencia. Viajes, juicios, peleas e incluso secuestros al paso. Los padres desesperados son capaces de recurrir a la ilegalidad para recuperar lo que creen que les ha sido arrebatado: el tiempo de calidad con sus hijos.

Esta vulnerabilidad es a la que recurren diversas organizaciones internacionales que, en la ilegalidad, ofrecen servicios de recuperación de hijos. Bajo fachadas de empresas de seguridad y de mediación entre familias, aseguran a sus clientes "rescatar" a los hijos que les han quitado y que han sido llevados a otros países. Eso habría sido precisamente lo que le prometieron a Dustin William Kent cuando contactó a la organización europea que tramitó el pasaje para que el joven padre pueda viajar desde Estados Unidos a Colombia y luego llegar vía terrestre a Lima.

"Sabían lo que estaban haciendo. Al traer al padre desde Estados Unidos no solo le garantizan a su cliente que podrá ver de primera mano cómo consiguen separar a la madre y a la hija, sino que al involucrarlo en el acto, evitan la figura de secuestro. Legalmente es un papá que está sustrayendo a su propia hija", comentó a El Comercio un padre de familia que se vio envuelto en un caso similar y que prefirió mantener el anonimato.

Según la policía, Dustin Kent  para que esta organización cumpla con volver a reunirlo con su hija. Para este desesperado padre, que hace un año pedía dinero en internet para poder recuperar a la niña por la vía legal, el dinero y los métodos fueron lo de menos. Y es que, tal y como confirmara la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Marcela Huaita, Rose Chacón salió de EE.UU. con la menor de edad de manera ilegal.

"La madre ha salido de Estados Unidos con su hija sin autorización judicial. Ella tiene que ponerse a derecho", detalló la titular del MIMP en declaraciones a Canal N, sin dejar de resaltar el hecho de que solo a través de la vía legal, Chacón Castañeda podrá demostrar que el padre de la niña no está en la capacidad de velar por el bienestar de su pequeña hija.

ILEGALIDAD CONTRA ILEGALIDAD

"La indignación de un padre no se puede entender hasta que le ocurre a uno mismo. Hasta que le quitan la posibilidad de ver a sus hijos", nos sigue contando el caso anónimo arriba mencionado. "Pero no podría poner la seguridad de una niña de 5 años en manos de matones contratados", añadió.

Es en esa línea en la cual opera el Centro Experto Internacional en Secuestros de Menores (CEIS), organización internacional que entiende la diferencia entre la recuperación de un hijo a través de vías legales y el secuestro. Incluso cuando se ven forzados a recurrir a la fuerza, aseguran que lo hacen bajo el amparo del Poder Judicial.

"Nosotros lo que hacemos es revisar la documentación del caso para ver si hubo un traslado ilícito o no. Si el CEIS lo detecta, contrata a abogados para litigar por los menores en diversos países", nos cuenta Luis Serrano, abogado que ha trabajado diversos casos para este organismo fundado en la década de los 90 en La Haya.

"Lo que buscamos es restituir al niño legalmente, a través de la ley o habiendo llegado a un acuerdo de las partes. Lo que hizo este señor en San Borja, contratar a terceros para que 'rescaten' a un menor es algo que ni yo ni el derecho puede apoyar", añadió Serrano Arribasplata.

LEYES LENTAS

El abogado está perfectamente al tanto de la competencia que tiene el CEIS a nivel internacional, ya que los métodos legales que asegura que emplean demoran hasta tres años, sino más.

"Hay que hacer que el Congreso reforme la legislación para que los procesos no duren tanto. No puede ser que se demoren tres años para restituir a una menor con su padre o madre cuando en realidad, según leyes internacionales, debería demorar máximo seis semanas. El Perú no cumple estos plazos", manifestó.

La desesperación ante el lento accionar de las leyes, no solo en el Perú, solo llevarán a los padres a preferir las vías ilegales que ponen en riesgo a sus hijos y que dejan huellas psicológicas de por vida.

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