Jirón Azángaro y Miró Quezada en el Centro de Lima. Han pasado algunos minutos desde las 5:00 p.m., las calles se empiezan a llenar de transeúntes y tránsito se hace más lento. De pronto el semáforo de esta intersección llama la atención de quienes esperan el cambio de luz. Y es que algo anda mal: la cuenta regresiva se realiza de manera aleatoria, de forma ascendente y descendente.
La luz está en rojo y la cuenta cambia de 29 a 22, 27, 20…7, 8, 9, 3, 2, 7 y ahora ya está en verde. Los peatones no saben si cruzar o quedarse. La historia se repite con la luz verde. No saben si esta cambiará cuando ellos estén en plena vía.
Los transeúntes se quejaron pues lejos de que el semáforo ponga orden en la zona, podría provocar un accidente.