Los efectos del COVID-19: demanda de atenciones de salud mental se incrementó por la pandemia

La pandemia del COVID-19 y sus diferentes escenarios han provocado situaciones estresantes, abrumadoras y con mucha carga sentimental. Un panorama que suele parecer desalentador y que ha generado diversos problemas de salud mental en la población.

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“El bienestar emocional es un proceso que está gatillado por la suma de varios factores. Algunos de estos tienen que ver con el género, el ingreso económico, la seguridad económica, la seguridad pública, la salud familiar, el duelo, entre otros. En esta pandemia, en la que todos estos factores están más expuestos y tienen mayor influencia, muchas personas se han visto enormemente afectadas”, señaló Yuri Cutipé, director ejecutivo de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa).

Alta demanda

Según la información recogida por el Minsa, durante el 2020 se atendieron un total de 965.284 casos referentes a trastornos mentales y de comportamiento.

En el caso de la ansiedad, las atenciones a niños se incrementaron en un punto porcentual respecto del 2019 y llegaron al 4%, mientras que en los adolescentes la cifra varió de 17% a 21%; en adultos, de 35% a 42%. También aumentaron las atenciones de casos de depresión en adolescentes (16%) y de psicosis (9%) en adultos.

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La creciente atención médica de estos trastornos se debería al permanente y prolongado estado de estrés y tensión en el que se encuentra la ciudadanía. Cutipé explicó que existen muchas personas con “predisposiciones previas” a desarrollar ansiedad, psicosis (esquizofrenia), trastornos de bipolaridad, trastornos obsesivos compulsivos, entre otros.

El especialista del Minsa también llamó a la ciudadanía a aprender a reconocer y canalizar las emociones, de tal manera que estas se puedan afrontar y hacer más llevaderas algunas situaciones propias de la coyuntura.

“Las personas están haciendo un gran esfuerzo para poder contener emociones negativas como la ira, el miedo o la pena. A pesar de ello, la situación de tensión continúa porque se ha agregado el malestar social, es decir, las movilizaciones ciudadanas que prácticamente han explotado en medio de la pandemia y que también forman parte de esta bola de nieve que presiona a la población. En gran parte, esta presión termina quebrantando su bienestar emocional”, dijo.

Para este año se prevé que la demanda de atención en salud mental crezca entre un 30% y 50% Al respecto, el Minsa informó que, durante el primer trimestre de este año, ya se superaron los 300 mil casos atendidos mediante los diversos canales habilitados por el sector.

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“En el ámbito mundial, los seres humanos nos hemos vuelto más sensibles a lo que nos pasa. Somos más conscientes de la pena, el enojo o el miedo, y esto se da porque se ha compartido y se ha hablado a través de los medios de comunicación y canales digitales. Como nunca, la humanidad le está dando valor a este aspecto de la vida y a su cuidado”, concluyó Cutipé.

Avance a paso lento

• De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 20% de la población de cada país padece de algún trastorno mental. En el Perú serían 6 millones de personas las que requieren atención especializada.
• En el 2010, el Perú solo llegó al 10% de personas que necesitaban de dicha atención. Para el 2019, se registró un incremento de hasta el 16% de atenciones en salud mental.
• A la fecha nuestro país cuenta con 203 centros de atención comunitaria en el territorio nacional, y 35 hogares de protección para acoger a estos pacientes.

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