“Representación del día de los indígenas - Inkanato”, del ayacuchano Baldomero Alejos, una muestra de su inmenso talento.
“Representación del día de los indígenas - Inkanato”, del ayacuchano Baldomero Alejos, una muestra de su inmenso talento.
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Czar Gutiérrez

Llamas y : durante muchos años, la imagen de nuestro país en los Estados Unidos respondía a un modelo tan repetido en el tiempo que terminó perfectamente estandarizado en un cliché. La irrupción de un pérfido programa televisivo convertiría a los carritos sangucheros en otra de las imágenes más o menos arquetípicas de lo ‘peruano’ en el gran país del norte. Patrones impersonales masificados y persistentemente reproducidos hasta solidificar en impresiones distorsionadas que el sentido común terminaba simplificando. Así se forman los prejuicios, claro.

Pero, felizmente, los presupuestos valorativos basados en costumbres, tradiciones y mitos son mucho más ricos y complejos a la hora de conformar una identidad. "Los artistas peruanos han producido una importante cultura visual durante siglos. Sin embargo, cuando uno piensa en el Perú, generalmente lo primero que viene a la mente es el pasado del país: cerámica precolombina, ruinas andinas, pinturas religiosas coloniales y artes populares. Pero tanto su pasado precolonial como contemporáneo proporcionan una riqueza histórica increíble y un contexto cultural para comprender el Perú de hoy", señala Tey Marianna Nunn, directora y curadora en jefe del National Hispanic Cultural Center de Nuevo México.

Bajo ese presupuesto organizó "El Perú: Art in the Contemporary Past", exposición disponible en la sureña ciudad de Albuquerque, que convoca la obra fotográfica del ayacuchano Baldomero Alejos, las vírgenes modernas de Ana de Orbegoso, los ceramios de Kukuli Velarde y las imágenes en blanco y negro de Lorry Salcedo. Un compuesto de fotografía, escultura, cerámica, pintura y arte multimedia, cuya potencia termina borrando las visiones esquemáticas y sesgadas que de nuestro universo cultural se tienen hacia el norte del Río Grande.

Ana de Orbegoso interviene nuestro legado monumental para revalorarlo en “Huaco”.
Ana de Orbegoso interviene nuestro legado monumental para revalorarlo en “Huaco”.
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—Continuum patrimonial—

"Antes de la explosión gastronómica mundial, en Nueva York se pensaba que la comida peruana era solo pollo a la brasa por la fama de uno de los pocos restaurantes existentes en la ciudad. En los EE.UU. nos veían como un pintoresco país con atractivos turísticos. Pese a nuestra antigüedad, éramos un país 'joven' repleto de indígenas. Éramos ciudadanos tercermundistas sin mayor roce contemporáneo", coinciden en señalar Ana de Orbegoso y Lorry Salcedo, artistas visuales que hace más de 30 años viven en Nueva York y que intermitentemente regresan al Perú para estudiar cómo seguimos metamorfoseando culturalmente.

Así, De Orbegoso presenta en Albuquerque una muestra de sus celebradas "Vírgenes urbanas", esa serie de estampas contemporáneas que descansan sobre una base milenaria: los cuadros coloniales de la Escuela Cusqueña. Presentada en el 2006, la vigencia de esta obra se mantiene intacta gracias a su imparable tránsito: entre villorrios, pueblos y ciudades, hasta el momento son más de 35 localidades que ha recorrido solo en territorio nacional. Es más, el mismo día que abre la muestra en Nuevo México también se inaugura en la localidad de Huaranchal, departamento de La Libertad. Y el mismo periplo le espera a su serie de neohuacos inspirados en cerámica precolombina "¿Y qué hacemos con nuestra historia?".

Lorry Salcedo, entretanto, reincide con una serie de fotografías que se apoyan en la iconografía de los huacos Mochica, Chimú, Lambayeque y Chavín, que terminarán expresándose en lo que el artista ha llamado "Mitos". "Son trabajos forjados a lo largo de más de una década y están basados en la iconografía moche, la zona donde viví hasta los 13 años. Yo me crié jugando con huacos precolombinos y asumo que en mi psiquis deben haber quedado estas imágenes. Todo esto como paso previo a lo que viene: estoy trabajando una serie que celebra la neblina limeña. A diferencia de casi todos, yo no la odio. A mí me genera intriga y seducción a la manera de 'Sombras y niebla' de Woody Allen", dice.

Nuestra milenaria alfarería es revisitada en imágenes como “La tierra” de Lorry Salcedo.
Nuestra milenaria alfarería es revisitada en imágenes como “La tierra” de Lorry Salcedo.

Similar es la atracción que el pasado peruano ejerce sobre Kukuli Velarde Barrionuevo, artista plástica que desde 1987 vive en Estados Unidos y asiste a la muestra con una serie escultórica que enlaza las estéticas contemporáneas con las de hace 400 años, en una síntesis que también denuncia el racismo y la exclusión. Para un cierre por todo lo alto: cuatro magníficos retratos de Baldomero Alejos (1924-1976), el célebre fotógrafo ayacuchano cuyo archivo compuesto por más de 60.000 imágenes tuvo que permanecer oculto durante los años del terror.

“Con demasiada frecuencia, el pasado histórico es psicológicamente disociado del mundo contemporáneo y del futuro. Y estos artistas, profundamente conectados con el Perú, son muy conscientes de que su pasado precolonial indígena y poscolonial son omniscientes en la identidad peruana. Con esa idea hemos titulado ‘Pasado contemporáneo’ a esta exposición. Porque cada uno de los cuatro artistas lo reconocen en su trabajo mientras recorren visualmente la historia. E involucran a sus comunidades, tanto en la revisión histórica como en su papel crítico. Así se forja ese continuum artístico que es patrimonio del Perú”, concluye la curadora.


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