En las regiones alpinas de Europa, Papá Noel tiene un aterrador compañero durante la Navidad. Su nombre es Krampus, y en contraste con el viejito barbón, este monstruo castiga a los niños que se portaron mal durante el año.
Este personaje de grandes cuernos, ojos saltones, cuerpo peludo, la boca llena de sangre y una larga lengua tiene una celebración anual llamada “Krampusnacht”. En esta se rinde homenaje durante 2 semanas (inicia el 5 de diciembre) al monstruo que recorre las calles asustando niños, haciendo sonar campanas y cadenas oxidadas y portando antorchas.
En esta tradición, originalmente pagana germánica, los hombres jóvenes de las ciudades se vestían como la criatura mítica y desfilaban por las calles para dispersar los fantasmas del invierno. Su apariencia, por supuesto, fue utilizada para convencer a los niños que se portaran bien, a puertas de la Nochebuena.
Pero la Iglesia no veía esta celebración con buenos ojos, y fue prohibida, aunque luego la popularidad del personaje lo ligó a Papá Noel, cristianizando la tradición.
Algunos de los rituales asociados al Krampus incluso son considerados como patrimonio cultural no material por parte de la Unesco.
En los últimos años, la fiesta del Krampus ha tenido resurgimiento en toda Austria, Alemania, Eslovenia, Hungría y la República Checa, y ha ganado reconocimiento en los Estados Unidos.
Krampus ha sido adoptado por los americanos y ahora es común ver al tenebroso demonio en especiales de Navidad de algunas series de TV como “American Dad” y “Scooby-Doo!”.
En 2015, se estrenó “Krampus: el terror de la Navidad”, del director Michael Dougherty. En esta cinta, una familia disfuncional tiene una riña durante las fiestas de Navidad. El joven Max (Emjay Anthony) desilusionado, le da la espalda a la celebración.
Lo que él no sabe, es que esta falta de espíritu navideño ha desatado la ira de Krampus: una fuerza demoniaca del maligno antiguo que castiga a los incrédulos. Así, se desata el infierno cuando íconos de la Navidad monstruosamente cobran vida, persiguiendo a la familia fracturada y forzándolos a luchar juntos si esperan sobrevivir.
Si uno se ha portado bien, no hay que temer. Si no es así, el Krampus podría llevarte a unas largas "vacaciones".
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— Luces El Comercio (@Luces_ECpe) 18 de diciembre de 2016
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