circo social
circo social
Diana Mery Quiroz Galvan

Cuando los apagones, los toques de queda y los carros-bomba inundaban a diario la realidad peruana, cuatro jóvenes armados de zancos, narices rojas y mucho entusiasmo se atrevieron a encender una luz en medio de las tinieblas de la violencia. Su objetivo, humilde y vital, era vencer el miedo y devolverle a su comunidad la alegría perdida.

Un cuarto de siglo después de su nacimiento, la Asociación Cultural Arena y Esteras ha decidido plasmar su experiencia y el poder transformador del circo social en Villa El Salvador en el libro “Por el derecho a la sonrisa”. La publicación será presentada el 22 de julio en la Feria Internacional del Libro y representa un esfuerzo editorial por reconocer al arte circense como un importante medio para rescatar y alentar a los más desfavorecidos en el Perú.

“Lo que pretendemos es que el circo deje de ser lo que es hoy, el lujo de solo algunos. La idea es que se convierta en un derecho para todos, tal como sucede en otros países”, afirma Ana Sofía Toguchi, una de las fundadoras de Arena y Esteras, y responsable del área pedagógica de esta organización autogestionaria y solidaria.

UN NUEVO CIRCO
En 1992 la idea inicial de la agrupación distaba del concepto que abarca el circo social, pero seis años después la llegada a Villa El Salvador de dos artistas italianas brindó las herramientas necesarias para recuperar el liderazgo y el espíritu de comunidad con el que habían crecido. Desde entonces Arena y Esteras puso al servicio de los vecinos del distrito la alegría del circo pero también la disciplina y los valores que la práctica de este implica.

Toguchi lo resume así: “Nuestro centro cultural es mucho más que un espacio para la formación y dirección de artes escénicas. Aquí convertimos a los integrantes de la comunidad en protagonistas en escena, pero a la vez en actores de sus propias vidas”. Además de Barrio Circo, escuela donde 35 adolescentes aprenden a diario las artes circenses, la agrupación imparte talleres de teatro para niños y adultos y ofrece un centro de cuidado diurno para bebes, entre otras actividades de ayuda social.

Un logro importante es, además, la oportunidad que se le da a muchos jóvenes de insertarse en el mundo laboral a través de la escuela  de la asociación. “Muchos chicos de nuestra escuela se han organizado y han formado pequeñas empresas que les ayuda a pagarse los estudios, aportar en casa e incluso ahora son el sustento de su familia”, comenta orgullosa la fundadora de la organización que a pesar de luchar contra la corriente y los escasos recursos se ha convertido en ejemplo de desprendimiento, trabajo social, arte y cultura.

FESTICIRCO
En 25 años de vida, Arena y Esteras ha creado y producido 11 obras. Cinco de ellas son espectáculos circenses que han sido presentados desde el 2006 en el Festival de Circo Social de Villa El Salvador Festicirco. Este año participarán compañías de Argentina, Chile, Bélgica, Venezuela y el Perú. Como función inaugural, Arena y Esteras pondrá en escena su nueva propuesta, “Oshe Bary”, inspirada en un mito shipibo sobre el eclipse.

CASA CULTURAL ARENAS Y ESTERAS
Sector 3 grupo 24 maz. E, lote 20, Villa El Salvador. Del 27 al 30 de julio a las 7 p.m. Entradas: S/8 general y S/5 niños.

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