Le bastaron a The Smiths 5 años para pasar a la posteridad con un puñado de canciones que elevan la fatalidad a la categoría de arte. Contra el sinsentido poco se puede hacer, pero la belleza, la ironía poética y un espíritu combativo funcionan como paliativos ante el absurdo.
Era un cuarteto, aunque dos eran sus puntales: hablamos de Morrissey, cantante, frontman y alma lírica de The Smiths; y Johnny Marr, guitarrista y sublime director musical de la banda.
Pero entre julio y agosto de 1987 –hace 30 años– todo se terminó. Las diferencias creativas y los egos de Morrissey y Marr dijeron basta. El primero estaba obsesionado con el pasado y las joyas musicales de los 50 y 60, mientras que el segundo se inquietaba por la experimentación. El canto de cisne de The Smiths, publicado ese año, se tituló "Strangeways, Here We Come".
La trascendencia del grupo, sin embargo, permite que su historia no se agote. Siempre hay novedades sobre The Smiths.
"The Queen is Dead" (2016) –una de las obras maestras indiscutibles de la década del 80– se relanzará al mercado, el 20 de octubre, en una edición de lujo. Y ya viene circulando en festivales y diversos eventos cinematográficos "England is Mine", la cinta biográfica dirigida por Mark Gill sobre la juventud y educación sentimental y existencial de Morrissey, interpretado por Jack Lowden. La película ha dividido opiniones. Por ejemplo, el periodista James Luxford, del diario británico "Metro", escribió: "Es frustrante que este retrato sea tan blando. Los realizadores parecen tener miedo de ir más allá de la superficie, temerosos de las reacciones de los fans o de las consecuencias legales". ¿Habrá visto ya Morrissey el filme?
—En la mente de un poeta—
Y para comprender mejor los alcances y visiones de un artista imprescindible como Morrissey, se recomienda recurrir a su autobiografía hermosamente editada por Malpaso, cuya versión en español ya se encuentra en las librerías locales. Tras leer sus páginas, queda claro que el menosprecio del músico hacia los otros miembros de The Smiths –Andy Rourke y Mike Joyce– es infinito, y que, a pesar de todas las turbulencias, Morrissey le tiene respeto y aprecio a Johnny Marr. Asimismo, después de leer con deleite esta publicación –Morrissey es un prosista digno de aplausos y mordaz–, se hace aun más evidente que es imposible que The Smiths se reúna. Por suerte, su obra sigue ahí, intacta.