Los videojuegos han evolucionado de manera sorprendente durante las últimas décadas, estos mantienen en línea a millones de jugadores alrededor del mundo de manera simultánea, emocionan, frustran, han creado y roto amistades y han dado vida a una industria que no conoce de límites. Aunque todavía le rodean muchos estigmas, los videojuegos se vuelven, cada vez más seguido, la mayor fuente de ingreso de algunas familias. En el Perú todavía es poco común ver esos casos, pero el escenario podría cambiar con la llegada de Camp Gamers, una escuela que busca formar profesionales para ser parte del crecimiento de este mundo virtual.
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