Luego de algunos días de lucha, pues fue hospitalizado de emergencia en la Ciudad de México, la cuenta oficial de Ignacio López Tarso en redes sociales confirmó la muerte del actor que dio vida a “Macario” y fue parte de la temporada 13 de “Vecinos”.
Con una carrera de más de 60 años en el cine y la televisión, la celeb de México, que indicó en más de una oportunidad que se sentía olvidado, pues anhelaba seguir ante las cámaras, se encontraba luchando contra complicaciones en su salud y hasta llegó a mostrarse con un balón de oxígeno.
Pese a que el artista mexicano reveló en alguna oportunidad que su primera opción no era la actuación, sino el sacerdocio, lo cierto es que hizo enfadar a más de un sector con sus películas, por lo que terminó siendo censurado.
LAS “PELÍCULAS MALDITAS” DE IGNACIO LÓPEZ TARSO
“Rosa Blanca” (1961 - 1972)
Pese a que en 1961 se pactó el estreno de “Rosa Blanca”, la cinta protagonizada por Ignacio López Tarso no vería la luz hasta once años después, en 1972, esto debido a una polémica con el entonces presidente Adolfo López Mateos.
En la cinta, basada en la novela homónima de Bruno Taven, el legendario artista interpretaba a un campesino de Veracruz que posee el estereotipo de trabajador mexicano, pues es honorable, nacionalista y responsable, quien debe defender su tierra de las compañías petroleras estadounidenses que quieren apoderarse de estos.
La obra se basaba en la Expropiación Petrolera de 1938, por lo que el país norteamericano lo consideró ofensivo y el filme fue censurado, pues, además, revivía viejas controversias de los gobiernos del PRI, partido al que pertenecía el entonces presidente López Mateos.
El villano de la película era Robert G. Kollez, interpretado por Reinhold Olszewski, el residente de la compañía petrolera Condor Oil, un hombre xenofóbico, avaro y abusivo, que buscaba arrebatar las tierras a los humildes campesinos de la zona.
Los motivos de la censura varían, aunque las razones políticas han sido las que mayor fuerza tomaron, pues se cree que la cinta mostraba afinidad con las ideas nacionalistas de Lázaro Cárdenas y que iban en contra de las políticas del PRI, que procuraba tener buenas relaciones con Estados Unidos, sus socios comerciales y estratégicos.
Otra teoría sugiere que la censura vino de Miguel Ángel Alemán Velasco, hijo de un expresidente y que tenía muchas influencias, por lo que, al enterarse de que su esposa, la actriz Christiane Martel, aparecería en negligé en una escena, intentó sabotear el estreno.
“La sombra del caudillo” (1960 - 1990)
Si bien el caso de “Rosa Blanca” ha sido uno de los casos de censura más conocidos de México, este no fue el único, pues dos años antes, el actor ya había tenido problemas con la cinta “La sombra del caudillo”.
La película, dirigida por Julio Bracho, buscaba adaptar elementos de la historia del país en el cine, por lo que seleccionó la Revolución mexicana, uno de los momentos más agitados, adaptando la novela homónima escrita por Martín Luis Guzmán.
La cinta sigue a Ignacio Aguirre, un general ambicioso que busca la presidencia del país. Cabe destacar que López Tarso no es el protagonista, sino que interpreta a Hilario Jiménez, uno de los hombres que busca llegar a tomar el control del país.
En la cinta se realiza una dura crítica contra la corrupción y excesos de la Revolución, la cual había buscado acabar con los males del régimen de Porfirio Díaz, pero terminó cayendo en los mismos y otros.
En la cinta, Hilario es un símil de Plutarco Elías Calles, el presidente mexicano que reemplazó a Álvaro Obregón (”El Caudillo”), pero que mantuvo el control del poder pese a su salida del gobierno.
Tras ser revisado por la “Legión de Honor”, estos concluyeron que atentaba contra la revolución y exigieron su censura hasta 1990, apoyados por el propio secretario de la Defensa Nacional de aquellos años, Agustín Olachea, quien llegó a solicitar correcciones.
Aunque es el mensaje de la cinta lo que la llevó a la censura, otro grupo considera que el estado mayor mexicano se opuso a esta debido a que se hace referencia a la Masacre de Huitzilac, en la que miembros del ejército fusilaron a Francisco Roque Serrano y su comitiva en una carretera.
Este era un hombre cercano a Obregón y se esperaba que sucediera a Plutarco Elías Calles en las elecciones de 1928, manteniendo así el poder entre caudillos, pero debido a que el primero buscaba volver al poder, Roque Serrano habría buscado aliados para frenarlo. Lamentablemente, no lo conseguiría y sería ajusticiado junto a sus pocos ayudantes.
Se creía, además, que en la Legión de Honor se encontraban algunos militares relaciones directa o indirectamente con la masacre.