
Si eres fan de “Demon Slayer”, sabes que cada nuevo episodio o película trae mucho más que peleas épicas y animación impresionante. Esta historia siempre esconde detalles sutiles, pequeños guiños que conectan con el manga, con el pasado de los personajes o incluso con la cultura japonesa. Y con el estreno de “Demon Slayer: Infinity Castle”, la primera entrega de la trilogía final del anime, Koyoharu Gotouge y el equipo de animación realmente se superaron.
Esta película no solo ha roto récords como la cinta de anime más taquillera de 2025 hasta ahora, sino que también ha dejado a los fans hablando por días. Y con justa razón. Desde los cambios de diseño de algunos personajes, hasta detalles visuales que parecen simples decorados pero que en realidad están cargados de simbolismo, “Infinity Castle” está llena de lo que llamamos easter eggs.
Muchas de estas referencias no son obvias, ni siquiera para los que seguimos el manga desde hace tiempo. Algunos provienen de los fanbooks oficiales de “Kimetsu no Yaiba”, otros son detalles visuales que solo notas si eres de los que pausa cada escena.
Así que si ya viste la película y te estás preguntando si te perdiste algo importante, aquí te comparto los easter eggs más relevantes de “Demon Slayer: Infinity Castle”, y te explico por qué son mucho más que simples curiosidades.

REFERENCIAS OCULTAS EN “DEMON SLAYER: INFINITY CASTLE
El pasado de Kiriya Ubuyashiki no fue lo que imaginabas
Quizá viste a Kiriya Ubuyashiki al mando del Cuerpo de Cazadores de Demonios y pensaste que era la primera vez que lo veías. Pero en realidad, ya había aparecido desde la “Selección Final en el Monte Fujikasane”, junto a sus hermanas.
Lo que pocos saben es que Kiriya fue criado como mujer hasta los 13 años, algo que se explica en el Fanbook oficial de “Demon Slayer”. ¿La razón? En el clan Ubuyashiki solo sobrevive un hijo hasta la adultez, y por tradición, se los cría como mujeres para protegerlos debido a su salud frágil. Ese pequeño detalle sobre su identidad está cargado de historia y revela una profundidad inesperada en su papel.
Doma y su llegada helada fueron presagiadas desde antes
¿Te acuerdas de la escena con las lámparas que parpadean en el episodio 8 del “Hashira Training Arc?” Pues ese fue un detalle que, en su momento, pareció decorativo, pero en realidad es un guiño directo al Arte de Sangre Demoníaco de Doma, uno de los villanos más escalofriantes del universo de “Kimetsu no Yaiba”.
Su habilidad para manipular el hielo ya se estaba dejando sentir en esa escena. Además, el diseño de su palacio, sin luz y con un jardín acuático de tonos azules, contrasta con el resto del “Castillo Infinito”. Incluso los motivos de loto, que lo rodean, tienen un peso simbólico: el loto representa la iluminación en el budismo, y Doma, irónicamente, es venerado como una especie de dios por sus seguidores... a los que acaba devorando.

Zenitsu, su abuelo y el río que separa la vida de la muerte
Una de las escenas más emotivas de “Infinity Castle” es cuando Zenitsu ve a su abuelo, Jigoro Kuwajima. Lo que parece ser un simple recuerdo en realidad está lleno de simbolismo. Un río los separa, lo que hace referencia al río Sanzu, la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos según la tradición japonesa.
Este guiño visual nos indica que Zenitsu estaba entre la vida y la muerte, pero fue salvado a tiempo por Yushiro. También es una forma elegante de cerrar el ciclo emocional de Zenitsu con su maestro, quien había estado dispuesto a morir por el honor del Aliento del Trueno.

La “espada” de Kaigaku no es realmente una espada
Uno de los detalles más impactantes (y algo perturbadores) es que la espada que usa Kaigaku no es una nichirin tradicional. En realidad, está hecha de su propia carne, lo que nos muestra cuán lejos ha llegado en su transformación como demonio.
Este easter egg, que se menciona en los fanbooks, refuerza la idea de que Kaigaku nunca dejó de verse como un espadachín. A pesar de traicionar al Cuerpo, insistió en usar su Respiración del Trueno, aunque sin lograr dominar la Primera Forma, lo que marca su diferencia definitiva con Zenitsu.
Murata y su estilo de respiración invisible
Murata es un personaje que ha estado presente desde el Monte Natagumo, pero en “Infinity Castle” se revela algo muy curioso: su Respiración Acuática no tiene efectos visuales. Y no, no es un error de animación.
Esto es un guiño directo al manga, donde se explica que los efectos de los estilos de respiración no son reales, sino una representación estilizada de lo que se siente al verlos. En el caso de Murata, al no ser tan hábil con la espada, su estilo no genera esa percepción visual, algo que los animadores respetaron fielmente.
El pasado oculto de Kaigaku y su vínculo con Gyomei
Hay un momento en el que Kaigaku, durante su pelea con Zenitsu, recuerda brevemente un templo y a varios niños. Este flashback parece mínimo, pero en realidad revela que él era uno de los huérfanos criados por Gyomei Himejima, el Hashira de Piedra.
Kaigaku fue el niño que salió del templo por la noche, rompió las reglas y provocó el ataque de un demonio que acabó con casi todos. Este detalle, que aparece en el volumen 17 del manga, añade una capa extra de tragedia a su personaje. Su traición no solo fue hacia el Cuerpo, sino también hacia quien le dio un hogar.

Akaza, el demonio que aún guarda amor en su alma
Uno de los easter eggs más bellos y tristes es el que rodea a Akaza. En “Infinity Castle”, su Arte del Demonio de Sangre deja ver patrones que parecen una brújula o copos de nieve. Esta figura hace referencia directa a Koyuki, su prometida humana, quien usaba una horquilla con ese diseño.
Además, los nombres de sus ataques están inspirados en fuegos artificiales, lo cual se conecta con un recuerdo muy especial de cuando fue con Koyuki a un festival. A pesar de convertirse en demonio, Akaza decidió nunca devorar mujeres, un acto que confirma que aún quedaba algo de humanidad en él.

El haori de Akaza no es solo diseño
Otro detalle que probablemente te pasó desapercibido es el patrón del haori sin mangas que lleva Akaza. Ese diseño no es al azar: representa el carácter japonés “雪” (“nieve”) en una forma estilizada usada en el juego tradicional del incienso.
Este tipo de patrón, conocido como “Sanshuko”, significa “Nieve en un Pico Solitario”, y en la cultura japonesa los patrones invertidos suelen representar la muerte. Es un tributo silencioso a Koyuki, lo que cierra perfectamente el arco emocional de Akaza.

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