
Breeze Hunter, una joven universitaria de 22 años, cursaba el semestre cuando comenzó a sentirse mal. A pesar de las molestias, siguió con su rutina durante semanas, creyendo que no se trataba de algo serio. Los médicos tampoco detectaron nada inusual en un principio.
Con el paso del tiempo, su situación empeoró. Pero nunca imaginó que, detrás de ese malestar que parecía pasajero, se escondía una enfermedad que cambiaría su vida por completo: tenía leucemia mieloide aguda, un tipo de cáncer en la sangre que puede avanzar rápidamente si no se detecta a tiempo.
Todo comenzó con una presión persistente en la cabeza y dolores constantes, que los doctores atribuían a una sinusitis común. Breeze también notaba acumulación de líquido en los oídos, lo que reforzaba la idea de una infección sinusal. Pero los síntomas no se iban. Al contrario, se intensificaron: empezó a sentir un cansancio extremo y, eventualmente, ya no podía caminar hasta sus clases sin agotarse.
“Fui varias veces a la clínica y me dijeron que era una sinusitis. Me mandaron a casa”, cuenta a TODAY.
Pero en octubre de 2024, en una consulta de seguimiento, decidió contar todo: los dolores, el cansancio y la debilidad que ya no podía ocultar. Finalmente, le hicieron un análisis de sangre. Aunque le temen a las agujas, aceptó porque el doctor insistió.
Los resultados llegaron rápido. “Tus niveles están por todos lados. Estás muy anémica”, le dijeron. Breeze pensó que con unas pastillas de hierro lo solucionaría, pero los médicos fueron tajantes: debía ir a urgencias de inmediato.
“Yo pensé que exageraban. Fui a Google, leí los resultados por mi cuenta y le dije a mi mamá: ‘Creo que tengo leucemia’”, recuerda. “Ella me dijo que no dijera eso, pero algo dentro de mí ya lo sabía”.

En el hospital, los exámenes confirmaron su sospecha. Un médico del Centro Oncológico MD Anderson le dio la noticia: tenía leucemia mieloide aguda de alto riesgo. Hunter quedó en shock.
“Me asusté muchísimo. No sabía ni qué era la leucemia. Solo pensaba: ¿Esto se cura? ¿Voy a sobrevivir?”, recordó Breeze.
Un tratamiento intenso, una respuesta inesperada
El equipo médico le hizo una punción lumbar, aspiración de médula ósea y más estudios para decidir el tratamiento. Inició una quimioterapia intensiva de siete días, combinada con una pastilla experimental, como parte de un ensayo clínico para pacientes con una mutación genética específica (KMT2A).
Aunque se esperaba que recibiera seis ciclos de tratamiento, su cuerpo respondió tan bien que solo necesitó dos.
Luego, para garantizar su recuperación, fue sometida a 11 rondas de radiación y una nueva quimioterapia antes de recibir un trasplante de células madre. Su hermano Roy, de 21 años, fue el donante ideal.
“Tuve quemaduras químicas por todo el cuerpo. Fue doloroso, más que la quimio inicial”, cuenta.
Estuvo más de un mes en el hospital, aislada por el riesgo de infecciones debido a su sistema inmunológico debilitado. Hubo momentos donde sintió que no podía más.

“Pensé: Ya no aguanto. Pero sabía que Dios me estaba mirando. Eso me sostuvo”, contó.
La leucemia que se esconde tras síntomas comunes
Según la doctora Courtney DiNardo, del MD Anderson Cancer Center, la leucemia mieloide aguda puede presentarse de manera engañosa, con infecciones persistentes como sinusitis o neumonía.
“A veces vemos síntomas como dolores que no se van, infecciones raras o problemas en los niveles de sangre. No todos los casos son así, pero es una de las formas en las que se manifiesta”, explica.
Hunter formó parte de un estudio clínico que busca tratar los casos de alto riesgo con mejores resultados que la quimio tradicional. Aún no está aprobado por la FDA, pero los resultados han sido prometedores.
“Ella ha respondido de manera fenomenal”, dice la doctora. “Es admirable ver cómo, siendo tan joven, enfrentó esto con tanta fuerza y actitud positiva”, agrega.
Su historia tocó miles de corazones
Durante su tratamiento, Hunter decidió compartir su experiencia en redes sociales. Un video estilo “MTV Cribs” mostrando su habitación de hospital se volvió viral, y pronto empezó a conectar con otras personas que vivían situaciones similares.
@breezehunter My 200 square foot mansion 💅🏼💎👛 #mdandersoncancercenter #leukemia #AML #cancerfighter #roomtour #houston ♬ original sound - Breeze Hunter
Fue así como conoció a Zoe, una niña de 6 años con el mismo tipo de leucemia. Se volvieron amigas inseparables. “Ella ha pasado por cosas mucho peores que yo. Me inspira y me da fuerza”, dice.

Hoy, Breeze se encuentra mucho mejor. Su sistema inmune se ha fortalecido y recientemente asistió a su ceremonia de graduación universitaria. Fue la primera vez que pudo estar en un evento masivo desde su diagnóstico, y lo vivió con una mezcla de emoción, gratitud y orgullo por todo lo que ha superado.
Un mensaje claro: no ignores lo que sientes
Breeze aún seguirá con quimioterapia de mantenimiento por un año, pero mira hacia el futuro con esperanza. Quiere volver a nadar, pasear en bote, vivir al máximo. Y tiene un mensaje claro:
“El cáncer es muy, muy aterrador. Si tienes dolores de cabeza constantes, pierdes peso, te salen moretones… ve al médico. Hazte análisis de sangre. No te hará daño y puede salvar tu vida”.

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.