Los expertos en belleza son enfáticos al afirmar que desde los 25 años aparecen las primeras arrugas o líneas de expresión y que hay diversos factores externos que las aumentarán como el estrés, genética o falta de cuidado de la piel. Es frente a este panorama que muchos recurren a los tratamientos estéticos o bótox para frenar el hecho de que se empieza a crecer, sin pensar que hay simples acciones que pueden dejar de hacer para cuidarse mejor. Aquí te explico los 5 hábitos cotidianos que debes abandonar para que tu rostro no envejezca.
Si bien es una realidad que todos empezaremos a lucir mayores en algún momento y nuestra piel ya no será igual, sobre todo por la edad, siempre hay manera de minimizar este efecto y prevenir el envejecimiento prematuro sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero.
Los factores para que aparezcan las arrugas o manchas en el rostro son diversos y no parten solo por exponernos mucho al sol o no quitarlos el maquillaje antes de dormir. Aquí te explico todas esas cosas que debes evitar hacer para seguir luciendo una piel de bebé. “Tu piel puede repararse a sí misma a cualquier edad. Son esas pequeñas cosas que la gente no imagina las que pueden marcar una gran diferencia en dos, cinco o diez años”, explicó a AARP la Dra. Lauren Ploch, dermatóloga certificada en Augusta, Georgia y Aiken, Carolina del Sur.
Hábitos que perjudican la piel y aceleran el envejecimiento
1. Dormir boca abajo
Si duermes correctamente, también evitarás que te salgan arrugas. Por ejemplo, cuando te levantas con la cara marcada por los dobleces de la almohada, se produce una rotura del colágeno y del tejido elástico. Entonces, si todos los días duermes de lado o boca abajo y tu cara está apoyada, la fricción de la piel contra la funda puede causar que esas arrugas sean permanentes. Es por eso que si también quieres evitar la flacidez, es mejor que duermas mirando al techo.
2. No tener una rutina de limpieza
Si escuchas que es importante lavarte el rostro al levantarte y antes de dormir, no es en vano. No eliminar la suciedad y el sudor que se han acumulado durante el día, puede tapar tus poros y causar brotes en la piel. Usa productos ideales para tu tipo de piel y agua tibia.
Evita usar demasiados productos diferentes y solo los que sabes que funcionan para tu tipo de piel, eso sí, siempre bajo recomendación de un dermatólogo. Tampoco abuses al exfoliarte, porque esto deteriora la barrera protectora del cuerpo y produce inflamación, sequedad, irritación y pequeñas fisuras en la piel.
3. No hidratarte
La deshidratación o falta de consumo de agua se evidencia en tu rostro. Y es que la piel se reseca y también se genera una pérdida de elasticidad.
4. Fumar y beber alcohol
El primer hábito acelera el proceso de envejecimiento y hace que la piel luzca apagada, según la American Academy of Dermatology. Con el paso del tiempo, los fumadores son más propensos a tener sequedad en la piel, pigmentación irregular, ojos hundidos, mandíbula flácida, y arrugas y surcos faciales profundos.
Si hablamos del alcohol, este deshidrata la piel, lo cual hace que las arrugas sean más visibles. Además, se ha vinculado con la formación de bolsas debajo de los ojos, la pérdida de volumen en la zona central del rostro y el aumento del rubor o enrojecimiento.
5. No usar protector solar
No importa que solo salgas a comprar a la tienda cercana o que estés trabajando frente a tu computadora, el protector solar se debe aplicar todos los días en el rostro, cuello, escote y manos. Y es que los rayos del sol penetran por las ventanas de tu hogar o centro de trabajo y, peor aún, si estás caminando por la calle. Si pasas tiempo al aire libre, recuerda que debes reaplicar cada dos horas o después de sudar o nadar en la piscina o mar.
Adicional a estos también, también sería bueno que consideres el no tomar duchas y baños calientes porque puede agravar el problema de la piel seca y comezón.
Muchos adultos mayores tienen la piel seca y agrietada en el invierno. Tomar una ducha o un baño de vapor caliente puede parecer terapéutico, pero también puede agravar el problema. Además, después de la ducha o el baño, mientras la piel aún está húmeda, aplica una crema o loción de buena calidad para que la piel retenga la humedad.
Periodista. Licenciada en Periodismo por la USMP con más de 10 años de experiencia en periodismo televisivo, radial y digital para medios de comunicación líderes del país. Actualmente Coordinadora de Nuevas Audiencias en el Grupo El Comercio (Lima, Perú).