
La reciente publicación de imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS por parte de la NASA generó una rápida reacción del astrofísico Avi Loeb. Tras varios meses de espera debido al cierre del Gobierno de Estados Unidos, la agencia finalmente compartió nuevo material y datos sobre el objeto; sin embargo, Loeb afirmó que no hubo sorpresas en la conferencia y que la NASA simplemente repitió, como él mismo dice, “el mantra oficial” de que 3I/ATLAS es un cometa natural.
En su blog, el científico reveló que, antes del evento, no esperaba grandes novedades: “No espero grandes noticias… pero espero sorprenderme”, escribió. Al final, aseguró que esa sorpresa no llegó.
Durante la presentación, la NASA mostró una imagen tomada por la cámara HiRISE a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter. Según Loeb, la fotografía revela “una bola de luz difusa”, afectada por la resolución limitada y el movimiento de la nave.
La imagen tiene una resolución de 30 kilómetros por píxel y el brillo del objeto aparece “manchado por varios píxeles”. Aun así, anunció que en los próximos días hará un análisis exhaustivo del material para extraer la información más relevante.

Loeb también comentó que las demás imágenes liberadas por la NASA eran “aún más borrosas” que la de HiRISE. Entre los nuevos datos destacó una detección ultravioleta de hidrógeno realizada por la misión MAVEN, aunque señaló que esto solo “añade un poco” a lo que ya se sabía gracias a Hubble, Webb y SPHEREx.
Para el astrofísico, la agencia perdió una oportunidad importante: “Los representantes de la NASA deberían haber enfatizado lo que no entendemos de 3I/ATLAS en lugar de insistir en que es un cometa familiar”.
Uno de los puntos más críticos de Loeb fue su llamado a no descartar interpretaciones alternativas. Indicó que incluso un objeto artificial podría estar cubierto por polvo y hielo acumulado durante su viaje por el medio interestelar, lo que lo haría lucir como un cometa al acercarse al Sol.
“No deberíamos juzgar un libro por su portada”, señaló, comparando la situación con el “Caballo de Troya”. Añadió que la ciencia debe mantener la humildad y evitar “la arrogancia de la experiencia”, aludiendo a una frase de Sherlock Holmes: “No hay nada más engañoso que un hecho obvio”.

En su artículo, Loeb también recordó que 3I/ATLAS presenta una serie de anomalías que, según él, la NASA ignoró por completo. Entre ellas, destacó que su masa sería un millón de veces mayor que la de ‘Oumuamua y mil veces mayor que la del cometa Borisov, lo que lo convierte en un objeto extremadamente raro.
Asimismo, mencionó la “improbable” alineación de su trayectoria con el plano de los planetas, algo que califica como una fortuna estadísticamente muy baja. Para Loeb, estos factores merecían al menos un reconocimiento por parte de la agencia.
El astrofísico afirmó que, curiosamente, las observaciones más interesantes no vinieron de la NASA, sino de astrónomos aficionados. Durante las últimas semanas, después del paso más cercano de 3I/ATLAS al Sol, fotografías captadas por investigadores independientes mostraron “chorros colimados” que se extienden hasta un millón de kilómetros.
Loeb considera que estas imágenes son “mucho más emocionantes” que las difundidas por la NASA y cree que su análisis futuro, con ayuda de Hubble, Webb y grandes telescopios terrestres, permitirá determinar si esos chorros tienen un origen natural o tecnológico.

Para finalizar, Loeb recordó que recomendó a la NASA buscar posibles fragmentos u objetos acompañantes que pudieran haberse desprendido de 3I/ATLAS. Estos podrían haber sido detectados por sondas en Marte, naves en órbita o telescopios terrestres.
El astrofísico finalizó su artículo con una idea en la que reafirma su postura de que la ciencia debe dejar espacio para lo inesperado.
“La vida vale la pena si permitimos que lo inesperado nos sorprenda”, concluyó. “Los burócratas o los científicos poco imaginativos quieren que creamos en lo esperado. Pero el resto de nosotros sabemos que lo mejor está por venir”.
¿Por qué se plantea que el 3I/ATLAS podría tener origen artificial?
El astrofísico Avi Loeb argumentó que el 3I/ATLAS podría tener un origen artificial debido a varias anomalías tales como:
- Trayectoria Improbable: Su órbita estaba inusualmente alineada con el plano de la eclíptica (el plano orbital de la Tierra), lo que sugiere que podría haber sido intencional para un fácil acceso al sistema solar interior.
- Masa Excesiva: Su masa era un millón de veces mayor que la de 1I/’Oumuamua y mil veces mayor que la de 2I/Borisov, lo que lo convierte en un objeto estadísticamente raro para su descubrimiento.
- Chorros de Gas Anómalos: Se observaron chorros de gas altamente enfocados y colimados, a veces dirigidos hacia el Sol, que algunos interpretaron como posibles propulsores tecnológicos en lugar de desgasificación natural.
- Composición Química Rara: Mostraba una relación atípica de elementos (como níquel y cianuro) y una cantidad de agua muy baja en comparación con los cometas del sistema solar.
- Respuesta a la Gravedad y Desprendimiento: Aunque se comporta como un cometa (desprendiendo gas y respondiendo a la gravedad), se argumentó que una nave espacial cubierta de polvo y hielo interestelar podría imitar el comportamiento natural al sublimarse al ser calentada por el Sol.
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