
Los niños inmigrantes indocumentados ya no podrán participar en Head Start, el histórico programa preescolar financiado por fondos federales que durante décadas ofreció cuidado infantil, alimentos y asistencia sanitaria a familias vulnerables sin importar su estatus migratorio. La medida forma parte de un giro más amplio de la administración Trump para restringir beneficios públicos y aislar a quienes no tienen estatus legal para que, finalmente, pidan su autodeportación.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) informó, a través de un comunicado, que la nueva política elimina la interpretación de 1998 de la Ley de Reconciliación de Responsabilidad Personal y Oportunidades Laborales de 1996 (PRWORA). Según las autoridades, esa interpretación - aprobada por el expresidente Bill Clinton-permitió por años que programas como Head Start atendieran a familias indocumentadas, algo que ahora se considera “una desviación de la intención del Congreso”.
“Durante demasiado tiempo, el gobierno ha desviado el dinero de los contribuyentes estadounidenses que trabajan duro para incentivar la inmigración ilegal”, declaró el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. “La medida de hoy restablece la integridad de los programas sociales federales, refuerza el estado de derecho y protege recursos vitales”.
La decisión también aplica a clínicas de salud comunitarias, programas de planificación familiar y otras ayudas federales esenciales, según la lista revisada publicada en el Registro Federal.

¿QUIÉNES SERÁN AFECTADOS CON LA EXCLUSIÓN DE HEARD START?
La nueva política afecta directamente a familias inmigrantes con niños nacidos fuera de Estados Unidos que no tienen estatus legal. Si bien algunas ayudas estaban ya limitadas por ley, durante décadas Head Start había sido una excepción parcial que permitía a los menores recibir apoyo mientras sus familias regularizaban su situación.
La directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Head Start, Yasmina Vinci, confirmó que la elegibilidad ahora se determinará caso por caso en función del estatus migratorio de cada menor.
“Esta decisión socava el compromiso fundamental que el país ha hecho con los niños y desestima décadas de evidencia de que Head Start es esencial para nuestro futuro colectivo”, expresó Vinci.
Para muchos expertos y defensores de la niñez, esta regla tendrá efectos inmediatos: más niños sin acceso a educación preescolar gratuita, alimentación balanceada y controles de salud preventiva.

¿CUÁNDO QUITARÁN LOS BENEFICIOS HEAD STAR A LOS NIÑOS INDOCUMENTADOS?
El aviso fue publicado de forma oficial en el Registro Federal y entra en vigor de inmediato, aunque se abrirá un período de 30 días para recibir comentarios públicos. Durante este plazo, el HHS emitirá directrices específicas a los programas afectados para asegurar su cumplimiento.
Los programas deberán comenzar a solicitar prueba de estatus migratorio al momento de la inscripción de nuevos beneficiarios y revisar la elegibilidad de quienes ya participan.











