
Bajo la creciente presión de la administración Trump, el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés) estaría proporcionando a los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) direcciones que facilitan la localización de inmigrantes sujetos a posibles deportaciones.
USPS ESTARÍA AYUDANDO AL ICE CON INFORMACIÓN SOBRE INMIGRANTES
Según reveló The Washington Post, varios funcionarios, que solicitaron mantener el anonimato, aseguran que la unidad policial del Servicio Postal de Estados Unidos está involucrada en la red de arrestos y deportaciones de inmigrantes sin estatus legal ordenada por Trump.
Estas fuentes indican que la Oficina de Inspección Postal -la fuerza federal encargada de proteger el correo y perseguir delitos como el fraude postal, el tráfico de drogas y la distribución de pornografía infantil- ha comenzado a cooperar con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en la localización y expulsión de inmigrantes indocumentados.
Al parecer, agentes del DHS pidieron acceso a información como imágenes del exterior de sobres y paquetes, datos de rastreo postal, registros de cuentas en línea, detalles de tarjetas de crédito vinculadas y direcciones IP.
Aunque la Cuarta Enmienda prohíbe registros e incautaciones injustificados, la legislación considera públicos los datos externos del correo, por lo que no se requiere orden judicial para recopilarlos. Con esta estrategia, el DHS busca reforzar su capacidad de identificar y ubicar a quienes residen en el país sin la documentación adecuada.

LA VERSIÓN DE LAS AUTORIDADES
“Bajo la presidencia de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional utilizará todas las herramientas y recursos disponibles para asegurar nuestra frontera y expulsar a los inmigrantes ilegales de nuestro país. La seguridad de los ciudadanos estadounidenses es nuestra prioridad”, señaló en un comunicado.
En el marco de esta colaboración, agentes del Servicio de Inspección Postal habrían participado en una redada conjunta con el FBI, la DEA y el IRS en Colorado Springs, Colorado, destinada a detener a inmigrantes indocumentados.
Según las fuentes, el USPS accedió a brindar apoyo a las autoridades migratorias con la esperanza de que el presidente Trump desestimara la idea de desmantelar o privatizar la entidad.
Este nuevo papel de cerca de 1,700 oficiales de inspección ha generado inquietud entre las comunidades de inmigrantes sin estatus legal, que ahora se preguntan si resulta seguro enviar o recibir correspondencia y paquetes.












