El concepto de un artista muestra la nave espacial CloudSat de la NASA en órbita sobre la Tierra. Lanzado en 2006, proporcionó el primer estudio global de las propiedades de la nube antes de ser dado de baja en marzo de 2024, al final de su vida útil. (Foto: NASA/JPL)
El concepto de un artista muestra la nave espacial CloudSat de la NASA en órbita sobre la Tierra. Lanzado en 2006, proporcionó el primer estudio global de las propiedades de la nube antes de ser dado de baja en marzo de 2024, al final de su vida útil. (Foto: NASA/JPL)
Redacción MAG US

Durante casi dos décadas, armado con un poderoso radar CloudSat se encargó de suministrar detalles nunca antes vistos de las nubes y ayudó a avanzar en las predicciones meteorológicas y climáticas en la Tierra. Originalmente solo iba a estar en funciones durante una misión de 22 meses; sin embargo, CloudSat superó largamente el tiempo previsto convirtiéndose en un sigiloso espía del cielo terrestre. Esta misión de la NASA examinó huracanes, contabilizó nevadas y logró primicias meteorológicas y climáticas. Tras casi 18 años de observar nubes, la nave espacial fue desmantelada.

El Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA precisó en su , que tal y como estaba planeado, la nave espacial, tras haber llegado al final de su vida útil ya no podía realizar observaciones periódicas. “Fue puesta el mes pasado en una órbita que provocará su eventual desintegración en la atmósfera”, se detalló.

CloudSat fue lanzada en 2006 y su radar de perfil de nubes fue el primero de longitud de onda (banda W) de 94 GHz que voló en el espacio. Era mil veces más sensible que los radares meteorológicos terrestres de la época, por lo que consiguió una nueva visión de las nubes.

Graeme Stephens, investigador principal de la misión del JPL, sostuvo que con CloudSat los científicos por primera vez pudieron observar nubes y precipitaciones juntas. “Sin las nubes, los humanos no existirían, porque proporcionan el agua dulce que la vida tal como la conocemos requiere”, manifestó. “A veces nos referimos a ellos como pequeños demonios inteligentes debido a sus confusas propiedades. Las nubes han sido un enigma en términos de predicción del cambio climático”, agregó el científico.

Las nubes han escondido muchos secretos hasta la llegada de CloudSat. La NASA destaca que gracias a la misión, se ha logrado avanzar en la comprensión de cómo las nubes pueden enfriar y calentar la atmósfera y la superficie. De igual modo, ha tenido un importante aporte en la industria de la aviación, ya que se sabe más sobre cómo pueden provocar hielo en los aviones.

La información recopilada por CloudSat ha sido utilizada en miles de investigaciones publicadas y sigue ayudando a los científicos s hacer nuevos descubrimientos, incluyendo cuánta agua y hielo las nubes tienen a escala global, o cómo afectan al derretimiento de los polos.

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