
Uno de los terremotos más fuertes jamás registrados sacudió el Lejano Oriente de Rusia, escasamente poblado, la madrugada del miércoles, provocando olas de tsunami que afectaron a Japón, Hawái y la costa oeste de Estados Unidos. Varias personas resultaron heridas, pero ninguna de gravedad, y hasta el momento no se han reportado daños importantes. Las autoridades advirtieron que el riesgo del terremoto de magnitud 8,8 podría durar horas, y a millones de personas que potencialmente estarían en el camino de las olas se les dijo inicialmente que se alejaran de la costa o buscaran terreno elevado.
Las siguientes imágenes muestran olas de tsunami inundando la ciudad costera rusa de Severo-Kurilsk después de que un poderoso terremoto de magnitud 8,8 azotara la península de Kamchatka.
Una ola alcanzó la costa de Severo-Kurilsk, en el archipiélago de las islas Kuriles, al este de Rusia. El fenómeno obligó a evacuar a los residentes de esta remota zona del extremo oriental ruso y mantiene en alerta a toda la cadena de islas.

Imágenes registradas de un dron aéreo El video captura la magnitud de las inundaciones que arrasaron las calles, causando pánico y daños generalizados. Los servicios de emergencia se apresuraron a evacuar a los residentes cuando las olas alcanzaron el interior. (Video: AS TV)
Funcionarios regionales y el Ministerio de Emergencias de Rusia dijeron que las olas del tsunami afectaron partes de Kamchatka, inundando parcialmente el puerto y una planta procesadora de pescado en Severo-Kurilsk y arrastrando barcos de sus amarres.
Lo peor parecía haber pasado en muchas zonas, incluyendo Estados Unidos, Japón y las zonas afectadas de Rusia. Sin embargo, Chile elevó su alerta de tsunami al nivel máximo para la mayor parte de su extensa costa del Pacífico y anunció la evacuación de cientos de personas.
Inmediatamente después del terremoto en la península rusa de Kamchatka, los residentes huyeron hacia el interior mientras los puertos se inundaban y varios resultaron heridos mientras se apresuraban a abandonar los edificios.
Se esperaban corrientes inusualmente fuertes y marejadas impredecibles en lugares tan lejanos como Nueva Zelanda, y el Servicio Meteorológico Nacional advirtió que el área de la Bahía de San Francisco podría ver “algunas corrientes seriamente peligrosas a lo largo de playas y puertos”.











