
Lo que debía ser una cita migratoria de rutina terminó transformándose en un giro inesperado y devastador. Dale Heath, un ciudadano británico que ha pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos, acudió a renovar su residencia permanente y acabó arrestado por agentes de inmigración. El motivo: una orden pendiente relacionada con posesión de marihuana de hace más de dos décadas. Lo que parecía un simple procedimiento administrativo se convirtió en el inicio de una batalla legal que amenaza con separarlo de su familia y del país que considera su hogar.
UNA CITA QUE CAMBIÓ SU VIDA
La vida de Heath parecía estable y en orden. Llegó desde Inglaterra a Estados Unidos cuando tenía apenas 8 años y, en más de tres décadas, echó raíces sólidas en el país. Formó una familia, construyó una vida en Colorado y nunca imaginó que un error juvenil volvería para poner en riesgo todo lo que ha construido.

Según informó Newsweek, en mayo pasado fue notificado de que su Green Card ya no podía renovarse debido a cambios en la administración, lo que lo llevó a buscar una solución que terminó en su arresto.
El detonante de su situación remonta al año 2001, cuando enfrentó dos cargos en Texas por posesión de pequeñas cantidades de marihuana, uno de ellos antes de alcanzar la mayoría de edad. Aunque cumplió con las sanciones impuestas —libertad condicional y confinamiento temporal—, aquellas faltas menores quedaron registradas en su historial. Hoy, más de 20 años después, las autoridades migratorias las han considerado causales de inadmisibilidad bajo la estricta Ley de Inmigración y Nacionalidad.
El caso se tornó aún más complicado tras un incidente en 2022. Heath fue detenido para una inspección en el aeropuerto Hobby de Houston luego de un viaje internacional. En ese momento, el CBP lo incluyó en procesos de deportación y le impuso la obligación de renovar su documentación anualmente mientras permanecía bajo libertad condicional. Este antecedente, sumado a su historial, reforzó la postura de las autoridades para detenerlo en su más reciente cita migratoria.

EL ARRESTO TAMBIÉN SE VINCULÓ A UNA PRESUNTA EVASIÓN DE NOTIFICACIONES JUDICIALES
Según las autoridades, Heath no habría cumplido con comparecer a tiempo ante el tribunal migratorio, lo que llevó a que fuese puesto inmediatamente bajo custodia del ICE. Desde entonces permanece detenido, a la espera de una audiencia clave que definirá su futuro en Estados Unidos.
Mientras tanto, la situación ha golpeado duramente a su familia. Su esposa, Kelli, relató que las visitas se realizan tras un vidrio y con la ayuda de un teléfono, sin contacto físico alguno. La salud de Dale, según denunció, se ha deteriorado en los primeros días de encierro, perdiendo peso y compartiendo espacios con personas acusadas de delitos graves, a pesar de que su caso se origina en faltas menores cometidas hace más de dos décadas.
Para sobrellevar los gastos legales y el impacto económico, Kelli organizó una campaña de recaudación en línea que ha logrado superar los 10.000 dólares gracias al apoyo de la comunidad. Las donaciones son una muestra de solidaridad hacia una familia que clama por justicia y busca evitar que Heath sea separado de su hogar y de sus hijos en Estados Unidos.
Ahora todo depende de la próxima audiencia, programada para el 3 de septiembre, en la que un juez federal decidirá si Heath podrá continuar su vida en el país o será deportado a Inglaterra, un lugar que dejó atrás cuando aún era un niño.
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