Beirut. La guerra civil en Siria podría haber costado la vida a más de 230.000 personas, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido que registra las víctimas en el conflicto consultando a activistas en el país.
De acuerdo con la organización, en los cuatro años de conflicto se han podido documentar más de 230.618 muertes, inclusive la de 69.494 civiles, de los que más de 7.000 son niños.
Desde que en marzo del 2011 comenzaran las multitudinarias protestas pacíficas en las que se pedía al gobierno de Bashar al Assad más democracia, también han muerto 49.106 soldados del gobierno y 32.533 milicianos progubernamentales.
A ellos se suman 3.831 combatientes extranjeros que perdieron la vida luchando a favor del gobierno del presidente Al Assad.
En las filas de la oposición, el Observatorio ha registrado la muerte de 41.116 rebeldes y desertores del Ejército sirios, así como 31.247 combatientes yihadistas.
El grupo estima que otros 90.000 combatientes han muerto, pero no se ha podido certificar su defunción, ya que todas las partes intentan minimizar sus pérdidas y resulta difícil acceder a información en las áreas más remotas.
Y en el cómputo no figura la muerte de más de 20.000 reos en las prisiones estatales, así como los miles de desaparecidos.
Tampoco figuran los más de 9.000 soldados sirios, milicianos leales a Al Assad o colaboradores que los yihadistas mantienen presos. Al igual que los más de 1.500 combatientes y civiles kurdos secuestrados.
El conflicto, que comenzó tras la represión de las manifestaciones pacíficas en el 2011, ha derivado en una guerra fratricida con diversas aristas.
Las tropas del gobierno cuentan con el apoyo de las milicias proiraníes, que combaten a una amplia paleta de grupos rebeldes, en su mayoría islamistas, así como a la milicia yihadista Estado Islámico y a las fuerzas kurdas.
Fuente: DPA