Londres. El ADN del rey Ricardo III (1452-1485) determina que, casi con total seguridad, tenía los ojos azules y el pelo rubio, al menos en su niñez, según un estudio de la Universidad de Leicester publicado hoy por la revista "Nature Communications".
Por la descripción del aspecto del rey Ricardo III, el estudio señala que su retrato más fiel se correspondería con la pintura "The Arched-Fram Portrait", expuesta en la galería de arte londinense "Society of Antiquaries".
Los nuevos avances en la investigación de la Universidad de Leicester cierran la cuestión de si los restos hallados en el 2012 en un aparcamiento de Leicester, en el norte de Inglaterra, correspondían a Ricardo III, ya que lo confirman al 99,99%.
"Nuestra investigación muestra la evidencia de que los restos pertenecen a RicardoIII, lo que cierra un caso de 500 años de antigüedad", aseguró Turi King, de la Universidad de Leicester.
El rey inglés falleció en la batalla de Bosworth Field (1485), durante la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485) entre partidarios de la Casa de Lancaster y de la Casa de York.
De acuerdo con los registros históricos, Ricardo III fue enterrado en la iglesia Grey Friars, en Leicester, situada en el lugar donde ahora está el aparcamiento.
Además, con la ayuda de las técnicas de investigación genética y estudiando el árbol genealógico de los parientes de Ricardo III, los expertos han podido confirmar el parentesco de dos descendientes actuales del monarca -Michael Ibsen y Wendy Duldig- por parte de la línea femenina (a través de su hermana Ana de York).
Sin embargo, los investigadores observaron que en algún momento hubo una ruptura en la línea masculina descendiente, entre Ricardo III y el quinto duque de Beaufort (1744-1803), debido a un hijo ilegítimo, que no han podido identificar.
Los científicos responsables de la investigación "Identificación de los restos del Rey Ricardo III" matizaron que "todavía se desconoce dónde se produjo la ruptura de la cadena dinástica", por lo que, por el momento, todo son suposiciones.
"La ruptura del cromosoma Y, y la consecuente falsa paternidad por el lado masculino no es sorprendente dada la época, pero plantea conjeturas sobre la legitimidad de la sucesión", puntualizó el profesor de Historia de la Universidad de Leicester, Kevin Schurer, que codirige la investigación.
El monarca, también conocido como duque de Gloucester y último rey de la Casa de York y de la dinastía Plantagenet, es un personaje legendario, fuente de inspiración de la literatura inglesa, que lo ha retratado como un hombre ambicioso, cruel y sin escrúpulos.
Fuente: EFE