Milei y un récord en el exterior: siete viajes en seis meses, pero ni una visita de Estado

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Su último viaje empezó el lunes 27. Milei partió a Estados Unidos acompañado de su ministro de Economía, Luis Caputo, en busca de inversiones en el sector tecnológico en una gira en la que se entrevistará con representantes de Silicon Valley, en San Francisco. “Queremos hacer de Argentina el cuarto polo de inteligencia artificial en el mundo”, dijo en una entrevista antes de partir.

El destino no resulta sorprendente. Es la cuarta vez que Milei visita Estados Unidos desde que llegó al poder en diciembre del año pasado. En los últimos meses ha ido a Miami, Los Ángeles y Washington. Sus otros periplos fuera de Argentina lo llevaron a Suiza -para la Cumbre de Davos-, Israel, el Vaticano y más recientemente a España, donde su visita terminó con una enorme crisis diplomática. Este mismo mes volverá a Europa en la que será su octava gira fuera del país.

Es en Latinoamérica donde ha brillado por su ausencia pues no ha visitado ningún país de la región. Recién esta semana pisará una nación vecina, cuando haga una breve parada en El Salvador para asistir a la asunción de Nayib Bukele.

Los viajes que ha realizado Milei hasta ahora han obedecido a motivaciones más personales y de negocios. Se ha reunido con figuras religiosas, ha dado discursos en defensa del modelo libertario y ha recibido premios de distintas instituciones, pero no se ha reunido con sus pares, como señala “La Nación”.

Juan Negri, politólogo argentino en la Universidad Torcuato di Tella, considera que, en cuanto a sus salidas al exterior, la motivación principal de Milei es realizar viajes que respondan a sus afinidades políticas y sus sensibilidades religiosas.

“Más que una estrategia de política exterior o de búsquedas de mercados ha hecho viajes a lugares donde se siente cómodo ideológicamente, como conferencias conservadoras o citas para encontrarse con Donald Trump o Elon Musk. También ha viajado con motivos religiosos, como su visita a Israel. En ese sentido muestra un uso bastante personalista y poco profesional de la política exterior”, dice a El Comercio.

Sus visitas al exterior le han valido a Milei un récord en esa arena. Es el gobernante argentino con más viajes al extranjero en seis meses de mandato desde el retorno de la democracia en 1983, seguido de Cristina Fernández de Kirchner, Néstor Kirchner, Mauricio Macri y Carlos Menem, entre otros, según el diario “La Nación”.

A diferencia de Milei, la mayoría de sus predecesores de las últimas décadas sí empezaron sus viajes al exterior en países de la región. Menem visitó Bolivia, Kirchner fue a Brasil, Fernández de Kirchner llegó a Uruguay y Mauricio Macri a Paraguay.

Negri enfatiza que Milei no tiene un interés particular en la política exterior y, más allá de eso, “posee una mirada más atlantista de la política exterior, a diferencia del peronismo que en general tenía una mirada que privilegiaba la cooperación sur-sur, la identidad latinoamericana y la integración con la región”.

“Milei no le da importancia a esos vectores, sino que le da más importancia a Estados Unidos y a Europa, a los socios del Atlántico Norte, y eso se ve reflejado en que no ha viajado a estados de la región. La manifestación más dramática de esto es la mala relación que tiene con muchos presidentes vecinos, como Gabriel Boric, Gustavo Petro o Lula da Silva. Está completamente desinteresado de la política regional”, añade.

La agenda de Milei en el exterior ha estado bajo la lupa desde que empezó a viajar. La oposición critica que se trate de visitas particulares con escasos motivos oficiales, en lugar de visitas de Estado, pero también ha puesto el foco en los gastos de estas travesías, que, según afirmó el vocero presidencial Manuel Adorni hace algunas semanas, corren por cuenta “del Estado”.

El diario “Clarín” informó que si bien en los primeros viajes Milei utilizó los servicios de las aerolíneas comerciales, “en sus últimos periplos por Estados Unidos supo utilizar o vuelos privados o el Boeing 756 que compró Alberto Fernández el año pasado”.

Milei también usó el avión presidencial en el viaje que hizo a España hace menos de dos semanas para participar de la cumbre del partido de derecha radical Vox, que derivó en denuncias y pedidos de explicaciones opositoras por el presunto interés particular de la misión oficial. Un periplo que, según “La Nación” superó los 200.000 dólares.

La crisis diplomática con España escaló desde el 19 de mayo, cuando Milei arremetió contra el socialismo en un acto organizado en Madrid por Vox, donde calificó de “calaña” al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez y tildó de “corrupta” a la esposa de este, Begoña Gómez. La escalada, que continuó por varios días, terminó con España retirando a su embajadora en Argentina.

El viaje de Milei que está en curso tampoco está libre de polémica. El mandatario se ausentó de Argentina en una semana en la que el Senado puede poner fecha al debate de la Ley Ómnibus, el paquete de reformas que impulsa el Ejecutivo y que ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados.

“Clarín” destaca que el presidente no ha logrado que el Congreso le sancione lo que considera su norma fundamental. “De hecho, no ha logrado que el Congreso le sancione ninguna ley, otro récord para su administración”.

“La multiplicación de viajes pese a los nulos éxitos legislativos da otra pista sobre los intereses reales de Milei: así como adora mostrarse en el exterior como una estrella política internacional, detesta descender al barro de los acuerdos y las negociaciones. El problema es que eso es un problema. Sencillamente, el Gobierno sufre de falta de gestión”, agrega.

La gira también coincide con la renuncia del jefe de ministros, Nicolás Posse, por diferencias en el rumbo de la gestión. Se trata del primer temblor político interno que enfrenta Milei desde que asumió el cargo.

“La coyuntura interna no es dramática, pero sí es delicada”, apunta Negri. Destaca que el gobierno ha atravesado su primer cambio significativo con la salida de Posse. “Se ha ido el jefe de gabinete luego de diferencias bastante visibles con el presidente, en medio de un aumento de la pobreza y en momentos en que el paquete legislativo del jefe de Estado no avanza en el Congreso. Es un momento de política interna bastante delicad,o por eso para muchos este viaje es un poco inapropiado”, afirma.

Milei tiene una agenda ambiciosa en Estados Unidos. Este martes 28 se ha reunido con el consejero delegado de la empresa de inteligencia artificial OpenAI, Sam Altman, compañía que en 2022 desarrolló ChatGPT.

El miércoles 29 ofrecerá un discurso en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, un laboratorio de ideas que promueve la libertad económica y de empresa y por la tarde se reunirá por separado con los altos directivos de Google, Sundar Pichai, y de Apple, Timothy Cook. El jueves 30 tendrá reuniones con empresarios, inversores y ‘startups’ ligadas a la inteligencia artificial y dará un discurso en la cumbre Pacific, organizada por el Bay Area Council californiano. Por la tarde, Milei se encontrará con el consejero delegado de la empresa Meta, Mark Zuckerberg.

La gira número ocho será en junio. A mediados de mes Milei asistirá a la reunión del G7 en Italia y el domingo 16 participará en Lucerna, Suiza, de la cumbre sobre la paz a la que convocó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Milei también volverá a Madrid para recibir el viernes 21 de junio un premio del instituto derechista Juan de Mariana.