Pretoria (DPA). Las declaraciones del primer testigo ocular provocaron hoy gran conmoción a la estrella paralímpica Oscar Pistorius en el proceso al que se enfrenta por el asesinato de su novia.
Pistorius, de 27 años, sollozó, lloró y se tapó incluso los oídos con las manos cuando el primer testigo habló sobre el suceso ocurrido aquella noche.
El médico Johan Stipp encontró al atleta sudafricano llorando y sin las prótesis en las piernas delante del cuerpo ensangrentado y sin vida de Reeva Steenkamp.
"La he matado a tiros. Creí que era un ladrón y la maté a ella", dijo Pistorius según contó Stipp en el tribunal de Pretoria.
De acuerdo a la versión del médico, el deportista discapacitado rezó en voz alta y pidió a Dios que su novia no muriera.
El testigo constató que la mujer ensangrentada ya no respiraba y que su pulso no latía.
Según relató, Pistorius dijo entre lágrimas que daría su vida si Reeva se salvaba.
El radiólogo, vecino de Pistorius, oyó en la noche del 14 de febrero de 2013 voces pidiendo auxilio, gritos y disparos. Primero llamó por teléfono al servicio de seguridad local y luego se dirigió a toda prisa a la casa de Pistorius, a quien no conocía. Delante de la casa, dijo, encontró a un hombre que hablaba en su móvil y a una mujer que le abrió la puerta.
La Fiscalía acusa a Pistorius de asesinato. El deportista alega que por equivocación mató a tiros a su novia a través de una puerta cerrada por creer que un delincuente había penetrado en la casa.
En los primeros días de proceso, varios testigos desvirtuaron la versión del ídolo deportivo. Ante todo describieron los gritos y disputas en la casa de Pistorius antes de los mortales disparos en la noche previa al día de San Valentín de 2013. En el proceso está previsto que declaren 107 testigos.